Hasta el Partido Popular desaprobó algunas frases de Javier
Rodríguez, Consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, por ejemplo cuando dejó
caer que la enferma del Ébola había mentido.
Te gusta la frase de reproche y tomas nota para tu prosa
administrativa: la frase del Consejero estaba fuera de lugar. Bien podrás
decir, a partir de ahora, cuando los viajeros se quejen de algún empleado y del
trato recibido, que quizá alguna frase haya estado fuera de lugar.
Seguramente hay una frase cada lugar del teatro de la vida.
El Consejero no puede decir lo mismo y no dirá lo mismo a la salida del hospital
que en el fragor de un crispado debate parlamentario, que en la rueda de prensa
posterior, que en una cafetería departiendo con unos conocidos, que al llegar a
casa al cenar con su mujer y sus hijos. Tampoco dirá lo mismo ante un tribunal
porque ahí se acabaron los melindres y en estrados el único principio es ‘sálvese
quien pueda’.
Está bien acuñada el dicho de lo políticamente correcto, que
normalmente nos deja tan insatisfechos porque sabemos que hay más cosas que no
se quieren o no se pueden decir sin que se deriven consecuencias.
Con la misma intención se recuerdan otras frases
desafortunadas: recientemente las de Mónica Oriol, presidenta del Círculo de
Empresarios, al inclinarse por la contratación de mujeres no embarazables. Dijo
lo que muchos piensan o hacen. También estuvo fuera de lugar porque estaba
junto a un atril y un micrófono.
Hace tiempo, a raíz de algún caso de pederastia con
participación de curas, comentaste el caso con uno de ellos. Te dijo que para
evitar maledicencias tomaba sus precauciones, por ejemplo jamás se subía al
campanario con ningún menor. No recuerdas dónde pudo desenvolverse aquella
conversación: pudo ser en una sacristía al hilo de alguna investigación genealógica
o pudo ser tomando un café o en la calle. Si aquella frase del campanario
hubiera aparecido en la prensa o se hubiera pronunciado en una conferencia habría
estado fuera de lugar; lo mismo si se supiera de alguna circular del
arciprestazgo o de la curia aconsejando evitar compañías alrededor de las
campanas. Te pareció una precaución exagerada, pero cada uno sabrá qué cautelas
tomar en función de la experiencia.
A lo que ibas: que una frase esté fuera de lugar no
significa que no sea cierto el fondo del asunto.
¿Existe también la frase inapropiada en el tiempo, es decir
la frase extemporánea? También. Cuando todo haya pasado, ojalá que con final
feliz, posiblemente en un congreso médico o en un tribunal si se ventilan
responsabilidades, se hable con claridad y sin caretas porque hay lugares de la
verdad y momentos de la verdad.
1 comentario:
Se te escapa la frase del honorable:'eso hoy no toca'
Si el pueblo tiene derecho a ser informado, no a ser manipulado, al pueblo se le deben decir las cosas a través de las autoridades competentes. Y esto es cuestión de justicia. Justicia que en España funciona como funciona, aunque todo esté bien legislado, pero la aplicación es muy arbitraria y no pongo ningún ejemplo.
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