INVERSIÓN

El recorte es de este domingo y no sabes si tomarlo en broma o en serio.

No le molestará al potencial inversor que a través de este modesto blog propagues su audaz oferta, antes al contrario, colaboras con él y no le cobras nada por la amplificación del ofrecimiento.

Si el mensaje va de veras, un varón que se dice serio se tomó la molestia de crear para la ocasión una dirección de gmail con una denominación apropiada y se gastó (invirtió, mejor dicho) unos euros en la inserción publicitaria.

Si algo traiciona este inversor no es al diccionario porque en primer lugar invertir es alterar, trastornar las cosas o el orden de ellas. Hasta ahora se cobraba por trabajar, a partir de hoy se pagará, pero ya no a intermediarios, ni a agencias de colocación, ni a consultores, ni a escuelas de capacitación profesional, ahora se paga directamente al empleador. Visto al modo anterior, siendo inversor sobre lo de versátil, son palabras de la misma familia. 

También se proclama serio, pero no sabes si porque no ser ríe o porque es de fiar. Si no se ríe se descarta para una empresa de animación. El recorte da para pensar ambas cosas, un hombre que apuesta seis mil euros por un puesto de trabajo deja ambas posibilidades abiertas y no es para tomarlo  chirigota.

Pide una empresa céntrica y solvente y el hombre puede estar pensando en un empleo fijo, pero a lo mejor le dan un contrato temporal  porque cabe que la empresa sea solvente gracias a inversiones de ese estilo. El hombre no invierte en estabilidad, sino en centralidad y solvencia. Por otra parte, solvente es el que suelta, lastre por ejemplo. La empresa será más solvente desde el momento en que le suelte a él.

Si, copiando sus usos, crearas también una dirección al efecto y le dieras la apariencia de empresa solvente le mandarías un mensaje de tanteo para comprobar versatilidad y seriedad. De momento, das la idea por si algún valiente se anima.