Si tu hija no hubiera ido a París hace unas semanas…
Si no hubiera destrozado unos zapatos o unos tacones o algo…
Si, ejerciendo tu función de socorro paterno no hubieras acudido en su ayuda, llevando todo un arsenal de botas y botines titulares y reservas a la zapatería de la esquina…porque tú tienes tiempo y ella no...
Si a la vuelta del encargo no te hubieras parado a charlar en el portal con un vecino y le hubieras preguntado qué tal…
Si no se hubiera quedado algo parado, un poco expectante, y tú no hubieras continuado echando mano de la función fática del lenguaje...
- Bien sin entrar en detalles ¿no?
- ¿Te refieres a lo del neonato?
- Sí, sí, (pero en realidad no sabías nada).
- Sí, está en neonatos desde hace siete días, pero la cosa va bastante bien, hubo un pequeño contratiempo. Con los anteriores fue todo normal.
- Pero está bastante bien, ¿no?, la madre bien ¿no?.
- Sí, sí, subo hasta el hospital.
- Bueno, pues que vaya todo bien.
Si tu hija no hubiera ido a navegar por el Sena, no sabrías que otros niños vienen directamente de París a tu portal pasando por la Unidad de Neonatología del Hospital Universitario Central de Asturias, un nombre muy largo para acontecimientos que ocurren o repercuten a distancia tan corta, casi tabique con tabique y de los que no te enteras porque hoy la vida en las ciudades queremos que sea así, y no echemos la culpa al sistema.
1 comentario:
Si no tuviera un padre tan genial...
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