Ves algún mupi con la publicidad institucional de invitación al voto para las próximas elecciones autonómicas de Asturias y las neuronas te orientan hacia un mensaje subliminal.
Podrías deducir que el hombre del interrogante es un Buridán cualquiera, un ciudadano dudante. La letra pequeña señala que José, el votante nónimo, es quien despeja la incógnita entre los candidatos, pero en una mirada rápida, sin detenerte, quieres ver ahí no al votante sino al candidato. Se invita elegir a un varón, ya que no parece que ni el vestuario ni las manos sean unisex. Por esa parte queda descartada Cherines, número 1 del PP, con quien Cascos pugna por el mismo espacio ideológico.
A la hora de elegir a la persona, tampoco reconoces ahí a Prendes ni a Iglesias, los candidatos de UPyD e IU respectivamente, con su tristeza congénita. La duda entonces es entre Javier Fernández, del PSOE, que tampoco es la alegría de la huerta, y Álvarez Cascos.
Los colores de la publicidad institucional invitan también a una comparación con el FORO. Barrido subliminal para casa.
Podrías deducir que el hombre del interrogante es un Buridán cualquiera, un ciudadano dudante. La letra pequeña señala que José, el votante nónimo, es quien despeja la incógnita entre los candidatos, pero en una mirada rápida, sin detenerte, quieres ver ahí no al votante sino al candidato. Se invita elegir a un varón, ya que no parece que ni el vestuario ni las manos sean unisex. Por esa parte queda descartada Cherines, número 1 del PP, con quien Cascos pugna por el mismo espacio ideológico.
A la hora de elegir a la persona, tampoco reconoces ahí a Prendes ni a Iglesias, los candidatos de UPyD e IU respectivamente, con su tristeza congénita. La duda entonces es entre Javier Fernández, del PSOE, que tampoco es la alegría de la huerta, y Álvarez Cascos.
Los colores de la publicidad institucional invitan también a una comparación con el FORO. Barrido subliminal para casa.
1 comentario:
;)
Publicar un comentario