No es sábado, pero te da por pasar por El Fontán y tomarte una botella de sidra y un pincho de picadillo mientras ojeas el periódico cuando lees que los municipios coruñeses de Cesuras y Oza de los Ríos acaban de acordar fusionarse. Tiene su mérito la decisión, máxime tratándose de municipios gallegos, con lo que les cuesta pronunciarse sobre la más mínima minucia.
Como decía Unamuno, hay varios yoes: el que uno es, el que uno piensa que es y el que los demás piensan que uno es. Te preguntas si eso mismo vale para las organizaciones políticas, para los Estados, para las Comunidades Autónomas, para los municipios. Si es así, esos entes en parte serían lo que los demás creen que son.
¿Qué te dice, por ejemplo, el municipio de Ribadedeva, tan contiguo al de Llanes? ¿Qué diferencias encuentras entre Peñamellera Alta y Peñamellera Baja? ¿Qué frontera política, sociológica, étnica, económica, existe entre Cabrales, Onís, Cangas de Onís, Amieva y Ponga? ¿Entre Caso y Sobrescobio, que tanto te cuesta diferenciar pese a contar por allí con apreciables amigos? ¿Qué decir de Morcín y Riosa? ¿Qué puedes decir de Caravia o de Bimenes, más allá que de aquí era el cura que te bautizó? ¿Qué de Noreña, si no fuera por las pitanzas y el el bombo mediático de la Cofradía del Sabadiego? ¿Qué tiene Degaña que no haya en Narcea? ¿Qué San Adriano de Tuñón o Yernes y Tameza que justifiquen sendos ayuntamientos y la correspondiente infraestructura?, si quieren autonomía que la paguen a precio de coste ¿Qué tienen de específico Illas o Soto de Luiña? ¿Dónde está la diferencia entre Santa Eulalia de Oscos, San Martín de Oscos, Villanueva de Oscos, Pesoz, Grandas de Salime y Taramundi? ¿Qué decir de San Tirso de Abres y Vegadeo?.
Pola de Lena, que no te la toquen.
2012/03/16
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario