Uno no vio la entrevista de Jordi Évole a la ministra Yolanda Díaz el pasado domingo, que fue objeto de numerosos comentarios. Prefirió uno no leer más que los titulares de tales comentarios y no entrar al detalle en las crónicas por considerar que lo más correcto sería ver la entrevista completa, que en alguna web se conservaría. No obstante, si bien se piensa, podría uno actuar así ante alguna o ante unas pocas noticias, pero es materialmente imposible acudir en todos los casos a las fuentes originales. Necesariamente tiene uno que fiarse de fuentes indirectas. Ante esa tesitura, deja uno pasar el caso, así que ni fuentes originales ni fuentes derivadas y se queda uno con las ganas de saber que ocurrió en tan interesante entrevista, según se dice. En realidad, es exactamente eso lo que ocurre con las noticias en las que uno se fija, que necesariamente están tamizadas a través de unos muy pocos medios de los que uno desconfía menos.
Por supuesto que uno no pudo saber qué ocurrió en esa escena de cama o de sofá en uno de los Gran Hermano, que estos días están de actualidad por la condena que recayó sobre uno de los participantes por abuso sexual en la persona de otra concursante. Vaya por delante que este programa y, en particular lo ocurrido, uno lo considera un espectáculo deleznable, pero ante este tipo de delitos, muchos se muerden la lengua porque hay cantidad de delitos en los que está cabe imaginar algún tipo de imprudencia (incluso levísima) de la víctima. Está uno pensando en el caso del robo de coches cuando uno se deja las llaves puestas (de acuerdo que nadie debe quedarse con coche ajeno), el robo en un domicilio en el que se deja la puerta abierta (de acuerdo que nadie debe entrar a robar aunque la puerta esté de par en par), el empresario que confía las cuentas a un corrupto confeso (de acuerdo que se puede dar una última oportunidad a listejo talludo). Sin embargo, en los delitos contra la libertad sexual se rechaza de plano la más leve imprudencia de la víctima, porque la víctima solamente es víctima, sin ningún matiz. Uno no lo ve así, aunque le lluevan saetas feministas. Y no está pensando en ningún provocación justificadora de los delitos, al estilo de la sentencia de la minifalda o similares.
Original interpretación de la actualidad política poniendo como música de fondo algunas canciones de Nino Bravo según lo ven Pachi e Idígoras en la viñeta de El Mundo.
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LECTURA DE LA PRENSA. DE TARTESSOS AL FUTURO
Hoy se fijó uno en tres noticias: una de un pasado remoto, otra de un pasado muy próximo y la tercera, de un futuro no muy lejano.
Leer en El País la noticia de que el hallazgo de cinco esculturas reescribe la historia de los tartesios, le llevó uno a consultar la Wikipedia para comprobar qué se dice de la cultura tartesia y verificar si se justificaba tan grandilocuente titular. Completaba la información El País indicando que los investigadores del CSIC desenterraron unos relieves que representan cabezas humanas, las primeras figuras antropomórficas que se encontraron de esta cultura. Hasta ahora se pensaba que la tartesia era una civilización anicónica. Sorprendentemente la Wikipedia incluye ya esa información actualizada del día de hoy, así que no pudo uno comprobar qué se decía anteriormente.
Picado por la curiosidad, buscó uno el enfoque que a esta noticia habían dado otros medios. El Mundo, por ejemplo, titula de esta forma: “Las primeras representaciones humanas de Tarteso. El misterioso recinto de Turuñuelo de Guareña descubre los rostros de los pobladores del valle del Guadiana de hace 2.500 años”. La Vanguardia titula así: “Los restos de cinco relieves ponen cara por primera vez a la cultura de Tartessos. El aspecto griego sugiere que pudieron ser obra de ‘freelances' del arte itinerantes”. Foto pésima, por cierto, la de El Mundo. Por su parte, esto dice ABC: “El primer rostro de Tarteso. Los arqueólogos encuentran en Badajoz cinco esculturas de diosas y de un guerrero del siglo V a C., anteriores a la ‘Dama de Elche’. Los hallazgos en el yacimiento de Casas del Turueño han superado cualquier expectativa”. En vista de lo diferenciado de los textos, una primera conclusión es que los respectivos redactores de las páginas culturales trabajaron la noticia y no se limitaron a copiar la nota de prensa que les haya llegado.
Las noticias del pasado muy próximo son noticias de tribunales que se refieren a hechos ocurridos en Asturias hace pocos meses. Un caso se refiere a un tiroteo registrado en junio de 2022 en un barrio de Oviedo. El Fiscal entiende ahora que la policía se extralimitó en su intervención. No se dictó, por lo tanto, sentencia, pero que la fiscalía se haya pronunciado en ese sentido, es un indicador casi definitivo. El otro caso es la absolución de una madre (embarazada entonces de otra criatura) que durante el año 2021 no mandó a un hijo al colegio por temor al contagio. No ve uno qué razones pudieron determinar ese retraso en la tramitación judicial, pero la reflexión/pregunta que uno se hace es qué sentencias se podrían haber dictado si los casos se vieran en los respectivos juzgados a los quince días de haberse producido los hechos. Suele decirse que una justicia lenta no es justicia. Habría que añadir: “depende”.
La noticia de futuro, que más que noticia es una opinión, es una columna en el ABC sobre el cambio climático. En principio, si uno lee que el nombre de una empresa es “Oikos. Política y Medio Ambiente” pensaría que es una empresa pro-ecologista, tal como se puede entender este término, y resulta que no. En cualquier caso, merece la pena leer el artículo de un consultor de esta firma.
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