Informan las páginas deportivas de unas palabras y algún puñetazo cruzados entre el madridista Valverde y Baena, futbolista del Villarreal, una vez terminado el partido del sábado pasado en Chamartín. Un código de honor del mundo del fútbol establece que lo que ocurre en el campo se queda en el campo, pero esta vez trascendió.
Ese mismo sábado, -de Gloria-, también al atardecer, uno no tuvo más remedio que aceptar la insistente invitación a bajar a una de esas bodegas tan entrañables cavadas en la tierra leonesa de Calzada del Coto, pueblo natal del padre de uno. Por la mañana habían caído ya algunos judíos en Sahagún. La comida (invitación en casa familiar) no fue con agua precisamente. Al atardecer fue inevitable catar un Mencía en la bodega a la luz de una vela. Uno mostró sus reparos por el sobreconsumo de alcohol, pero quedó convencido por la contundencia de afirmación parecida a la futbolera: “Lo que se bebe en la bodega se queda en la bodega”. Ciertamente se quedó en la bodega sin subirse a la cabeza. Muchas gracias.
Era sábado de Gloria, quedó dicho en un inciso. Los tiempos no son los que fueron y un grupo animoso de nativos y allegados se juntaron para entonar unas coplas de la tierra junto a las bodegas. Una señorina que se acercó a la música, musitó en voz baja: “No tocaron todavía las campanas del sábado de Gloria”. Insistió varias veces, pero son otros tiempos.
***
LECTURA DE LA PRENSA. LAICIDAD
La Voz de Lena dedica noticia y nueve fotografías a las fiestas de Campomanes, incluidas varias de la procesión, pero en ninguna se distingue con claridad a la alcaldesa, de Izquierda Unida, que la encabeza con un simbólico farol pascual. En este caso las redes complementan el vacío. De momento no se vislumbra en Lena el borrador del reglamento de laicidad.
La muerte de Sánchez Dragó le pilló a uno con la lectura a medidas de su monumental obra “Gárgoris y Habidis”. Independientemente de la deriva de todo tipo del polifacético personaje, al poco de abordar ese descomunal proyecto, uno se ve empequeñecido ante la imposibilidad, no ya de recordar, sino tan siquiera de asimilar una milésima parte de lo que va leyendo. Cuando uno se enfrenta a poligrafías de esa envergadura siente la tentación de tirar la toalla a las primeras de cambio.
***
ECTURA DE LA PRENSA. JACULATORIA
Lee uno a Vargas Llosa en el ABC, que, en presencia de Luis García Montero, declara que los escritores ya no están tan mal vistos. Por el contrario, Francisco García Pérez llora en La Nueva España por lo mismo. Cree uno que Vargas Llosa se refiere a la literatura y García Pérez al género ensayístico. Se recomienda la lectura del original artículo del cronista asturiano, pero, acto seguido, se dirige a Miguel Busto, comisario de la exposición de cerámica de Trascorrales:
No hay comentarios:
Publicar un comentario