Lee hoy uno dos noticias similares en El País y en El Correo. La de El País, con estos titulares: "El coche vuelve a imponer su ley en Madrid, sobre todo en el centro. El vehículo particular se recupera en la Comunidad mucho antes que el transporte público. Otras alternativas como la bicicleta, siguen siendo marginales". Por su parte, el Correo, hablando de Bilbao da estas letras grandes: "El trasvase del transporte público al coche, un drama que se consolida. El concejal de Movilidad se duele de que la entrada de turismos en la ciudad alcanza niveles prepandemia mientras Bilbobus no llega al 80%". Uno, a su escala, peca también del abuso de vehículo particular y eso que tiene el tren gratis y a veces todas las circunstancias favorables para utilizarlo: ir sin prisa, no llevar peso, buena temperatura, horarios aceptables. Uno cree que mientras haya posibilidades de encontrar aparcamiento gratuito o muy barato en el lugar de destino, el transporte público no remonta el vuelo. Mismamente, hoy se desplazó a Lugones a una misa, por la que tenía un doble interés: por el apreciado joven por quien se aplicaba y por anunciarse como tradicional misa de gaita asturiana. En la presentación se indicó que tal misa pervivía en muy pocos concejos asturianos, entre ellos el de Lena. Eso le dio a uno alguna idea y rebuscó en un libro del gran especialista Ángel Medina que había por casa: "La misa de gaita. Hibridaciones sacroasturianas". En Felgueras gozó de cierto predicamento. El coro "Lolo Cornellana" que interpretó la misa nunca actuó en el concejo, pese a que quien ofició de directora en Lugones está emparentada junto al pueblo de uno...
Después de la misa comió uno en Lugones y, además del pecado del transporte privado, cometió otro (hoy va de golpes de pecho) durante la comida y es el de ningufonear, horroroso palabro que por lo viste define la acción de ignorar a otra personal por estar enganchado al teléfono móvil, algo así como ningunear al com-pañero (es decir, con quien se come el pan) o compañeros de mesa, o co-mensales. Nadie de la mesa estaba pendiente de ninguna información que pudiera recibirse por el teléfono, pero es un vicio que exige disciplina para erradicarlo. Eso mismo lo expresa Liliana Arroyo, doctora en Sociología, en términos mucho más académicos: “Faltan referentes en educación digital y seguramente tampoco tenemos resueltos nuestros hábitos digitales como adultos”. Uno cree que no hace falta demasiada teoría, basta con proponérselo.
Dada la campaña pública de eliminación de juguetes sexistas, de lo que uno no acaba de estar convencido, por suerte no tiene que andar buscando juguetes para niños ni para niñas, pero ante el temor a la segura equivocación, optaría por no regalar nada, así no incurre uno en estereotipos de género caducos, según se denuncia.
Original el homenaje publicitario con motivo del fallecimiento de Manolo Santana.
Los alcaldes socialistas del occidente asturiano se atienen a su difícil papel declarando que las protestas no llevan a nada, porque, claro, las protestas se dirigirían contra el gobierno autonómico de su color. Habría que preguntarles cuando llevan a algo. Déjà vu.
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LECTURA DE LA PRENSA. LEER CON DESCONFIANZA.
Hay artículos del Código Civil que uno tuvo que estudiar y de los que nunca entendió del todo su porqué. En parte puede deberse a que cuando se estudian algunas materias se es muy joven y no se tuvo oportunidad de familiarizarse con ningún documento público ni considerar que fuera necesaria una cosa así para andar por la vida. Otras veces se imputa a la bendita candidez juvenil, que impide pensar en la necesidad de determinadas estipulaciones. Uno de estos artículos es el 1218, que dice así: “Los documentos públicos hacen prueba, aun contra tercero, del hecho que motiva su otorgamiento y de la fecha de éste. También harán prueba contra los contratantes y sus causahabientes, en cuanto a las declaraciones que en ellos hubiesen hecho los primeros”. Uno creyó entender en su momento, y hasta hoy, que hay documentos (y negocios jurídicos, pero esto es ya una categoría un poco para iniciados) que no hay que creer a pies juntillas porque desprenden un tufo de desconfianza. Hay párrafos de documentos de los que no se puede uno fiar, no son palabra de Dios, y solo valen en la medida en que puedan perjudicar a quienes decidieron redactarlos. Toda esta introducción viene a cuento del caso del colegio catalán de Canet, donde unos contumaces padres consiguieron que la justicia estableciera que un 25% de las horas lectivas se impartan en castellano. Todos los grandes periódicos nacionales vienen dedicando al asunto informaciones prolijas y opiniones abundantes de muchos de sus columnistas en nómina. Normalmente son opiniones críticas con la Generalitat y con los ruidosos manifestantes. Lo que en realidad ocurre no lo sabe uno a ciencia cierta. Habría que estar allí, pero algo hay, algún hecho ocurre, como, con otras palabras, establece el artículo 1218 del Código Civil cuando El País, el periódico, digamos, menos furibundo o nada furibundo con los catalanistas, describe la situación de Canet en los términos en los que lo hace. En aplicación del artículo citado del Código Civil, uno cree que con el niño de Canet ocurre, COMO MÍNIMO, lo que indica El País.
Ángel Viñas es un historiador especializado en la Segunda República, que es entrevistado por El País, dando este titular: "No podemos imponer nuestra idea de Transición a quienes no la vivieron"· Como a uno le extraña un poco el titular, se adentra en la entrevista para ver en qué términos desarrolla esa idea, y lo hace así: "Viví la Transición durante diecisiete años seguidos. No hay historia definitiva, esa es mi conclusión, y siempre se escribe desde un presente. El presente del 75 al 82 ya o existe. De las que convivimos en España, hay generaciones que ya no han vivido ese período y tienen perspectivas que no son las nuestras. Nuestras concepciones del pasado sobre la Transición no se pueden imponer a las generaciones que no la han vivido, porque se sabe hoy mucho más de ese periodo que lo que se podía saber en 1982”. De todas formas, lo que más le llamó a uno la atención es esta otra frase: “He cambiado de punto de vista a veces en función de los documentos que manejo”. Esto es de una honestidad intelectual desacostumbrada, no solo entre los historiadores sino entre los ciudadanos corrientes y molientes.
Leyó uno en LNE que el auge de la venta online en Asturias tiraba de las contrataciones laborales de Navidad, creciendo la demanda de transportistas, empaquetadores y mozos de almacén para atender las compras por internet de los asturianos. Tiene que ser cierto porque hoy llamó un repartidor al teléfono móvil preguntando donde se encontraba el piso de uno, que estaba perfectamente identificado en la dirección de envío. Se le indicó que justamente encima de la cafetería X, aunque hoy cerraba por descanso, no le fuera a despistar el dato. No tardó medio minuto en llamar al telefoníillo, señal de que estaba muy cerca. Al subir al piso se comprobó que era de otras latitudes y, en su descargo, dijo que era el primer día que trabajaba. El paquete llegó a casa perfectamente. No sabe uno si ese desconocimiento de la ciudad y de las calles demoró en demasía el conjunto de sus entregas y si el exceso de tiempo (por el desconocimiento del medio) jugó en perjuicio de su tiempo o de su jornada o si jugó en contra de la empresa que le contrató, suponiendo que no fuera un autónomo o un falso autónomo. Uno supone que un empleado de Correos, antes de salir a torear a la plaza, pasa un tiempo de formación y de familiarización con el entorno. Desde luego, uno tuvo que estudiar bastantea a fondo la geografía ferroviaria antes de facturar un vagón o vender un billete, los nudos más importantes de los ferrocarriles, el ocho catalán con estaciones tan sonoras como Picamoixons, la línea Valladolid-Ariza, Madrid-Burgos por Aranda, y una serie de cuestiones por lo visto perfectamente inútiles e innecesarias ya que se puede empezar a trabajar en una empresa de transporte sin conocer ni la geografía ferroviaria ni la urbana más próxima. Decía un jefe que uno tuvo: tendrá que ser así.
El Principado se propone acometer 22 retos para llegar a una Asturias verde y digital, organizados en diferentes áreas, que lo abarcan prácticamente todo. Se fija uno en el reto del capítulo-Agroalimentación, y ahí lee esto: “Otros objetivos son recuperar la imagen de la carne como alimento esencial en la dieta humana; impulsar los productos vegetarianos y veganos, diseñar nuevas fuentes de alimento mediante cultivos in vitro”. Uno cree que el ideólogo del programa tiene que ser un fiel seguido del autor latino Publio Terencio Africano, autor de la frase: “Hombre soy, y nada de lo humano me es ajeno”. Aclarar únicamente que Terencio era autor de comedias.
Emocionantísimo final de la última carrera de la fórmula 1. Hamilton es un gran campeón pero uno anima a quien se enfrente a él. Manías de años. Aunque su equipo intentó impugnar la victoria en los despachos -es legítimo-, Hamilton aplaude al campeón y eso le honra.
Del ABC se queda uno con una foto de los efectos del volcán. En nada, será objeto de visitas turísticas.
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