PARTIDOS PARTIDOS

Además de ver algún partido por la televisión en algunas sidrerías, este domingo te dedicaste en buena parte a la lectura. Sigues con las cartas de juventud de Ortega y Gasset. En el volumen, además de las cartas, se incluyen algunas crónicas periodísticas que el joven Ortega mandó a El Imparcial, dirigido por su padre, aprovechando su estancia universitaria en Alemania. En esta crónica de octubre de 1905 se refiere al partido socialista alemán pero podía hablar de cualquier partido socialista de cualquier tiempo y lugar.

"El partido se siente bien, robusto, recio ¿Qué cosa más natural que desear abandonar los medios lentos de combate hasta hoy usados y tomar otras armas de más alcance, de tiro rápido, definitivas? la juventud socialista, compuesta de cabezas espumosas como un vaso de cerveza bávara, exigen que las grandes batallas comiencen y claman por que se acuerde el empleo de la huelga general, especie de terremoto político. De otro lado, los hombres viejos y sabios del partido, los Heine, los Kaustky y acaso en el fuero íntimo el propio Bebel, no ven los horizontes tan limpios, ni tan sedoso el momento presente: recientes discusiones entre los principales órganos del partido, en que se ha llegado a duras palabras, y sobre todo han aflorado hondos odios, revelan que aún esos tres millones no son cuerpo homogéneo; así mismo, las agremiaciones coloñesas, de las que forman parte muchos socialistas, se muestran poco amigas de la huelga general, siendo de advertir que sobre estas agremiaciones, en parte católicas,espera la Democracia Socialista su futura expansión. ¿Qué decir, pues, en tan difícil situación?¿Renegar de la huelga general? Imposible, porque ¿quién duda que es Deus ex machina de la acción comunista? La única razón para rechazarla habría, sería declarar al partido en un estado un no bastantemente madura para usar de palabras mayores. Aceptarla lisa y llanamente es invitar a un inmediato valse revolucionario y ponerse enfrente de las agremiaciones."