Dimitió de su cargo de Ministro de Justicia Alberto Ruiz
Gallardón en desacuerdo con la decisión del presidente del Gobierno de retirar
el proyecto de ley de modificación de la ley del aborto.
Los detractores del PP criticaron la dimisión, como también
la medida del presidente, pero también pondrían en solfa a Gallardón si le
retiran la ley y él siguiera en el gobierno. Sin embargo, en esto estás con
Gallardón: se sintió desautorizado en un punto sustancial del programa
electoral y de su ministerio (no bromear con esto) y dimitió. No lo admite ahora
pero sí más adelante, y bastante antes de la publicación póstuma de sus
memorias.
Es inaceptable el motivo alegado por Rajoy: que sería una
modificación llamada a ser retirada en cuanto se produzca la alternancia en el
gobierno. Es cierto que el aborto es un asunto crucial y límite, necesario del
máximo consenso, pero si seguimos esa pauta quedaríamos abocados al inmovilismo
jurídico porque cualquier ley puede ser cambiada por la mayoría entrante.
El aborto no es un asunto baladí. Por suerte, nunca te vas a
ver en la necesidad ni en la conveniencia de abortar y ojalá nadie de los tuyos.
La ideología progresista está claramente a favor del aborto: del aborto libre y
gratuito, por seguir con la clásica proclama. Es una cuestión que se juega
entre los principios y las conveniencias. Admites, siempre que la actuación sea
casi inmediata, la interrupción del embarazo en caso de violación. Sin embargo,
estás en contra de la llamada indicación social o aborto por extrema necesidad
económica, al menos en las sociedades occidentales. Las malformaciones del feto
son capaces de arruinar la vida de unos padres y de una familia entera pero en
todos los casos te planteas graves cuestiones esenciales ¿la vida comienza el día
0 (cero)? ¿ el cinco? ¿ el ochenta? ¿el ciento cincuenta? ¿el ciento cincuenta
y uno¿ ¿ el doscientos diez? ¿el doscientos once? ¿puede la mujer disponer
libremente y sin consecuencias de lo que alberga dentro de sí hasta el mismo
momento del corte del cordón umbilical? ¿hasta tres días antes? ¿hasta quince días
antes?
En este como en tanta otras facetas de la vida nos movemos
entre los principios y los intereses y unos afectan impepinablemente a otros:
los intereses hacen cambiar los principios y los principios modifican también
los intereses.
Lo que piensas del aborto lo tienes clarísimo en los
principios, pero también en los intereses o conveniencias o comodidades.
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