Un amigo te pasa a ti y a otros un correo con un enlace y un breve comentario: “A Luisín sobre todo le va a gustar este vídeo de youtube”.
Pues no, uno no desea que la secretaria general del partido en el poder dé la impresión de estar grogui, pero tampoco el bochornoso espectáculo que está ofreciendo Bárcenas sobre todo, pero que antes dieron otros tratando de ocultar la porquería que les/nos venía encima.
Bochornoso fue el respaldo inicial del Partido Popular con anuncios de querellas a los medios de comunicación que informaran de los papeles del ex tesorero.
Bochornoso que ahora se estén preparando contra Bárcenas demandas del Partido Popular o pliegos de firmas del Partido Popular o del Partido Popular con pliegos de firmas o no se sabe todavía qué, pero algo. Ignoras si en ese caso retirarán las anunciadas querellas contra los medios de comunicación o si ahora también los medios se sumarán a las demandas contra Bárcenas.
Bochornoso que Bárcenas acuda al Juzgado de lo Social en demanda de despido. Ignoras si en este caso, y de acuerdo con los principios tradicionales del Derecho del Trabajo, para las dudas de hecho o de derecho se tendrá en cuenta el principio tuitivo consistente en la defensa de la parte más débil, es decir, el pobre y necesitado trabajador.
No, no te gusta este vídeo. No deseas que nuestros gobernantes tengan que dedicar su tiempo a justificar y defenderse de sus menciones en la libreta del Sr. Bárcenas, el hombre no que sabía, sino que sabe demasiado.
1 comentario:
No he visto el vídeo, a pesar del enlace. Y sí, voy a hacer un comentario: Valoro el respeto a las personas y a las instituciones que demuestra Luis. El respeto hay que ganarlo. Se puede perder el estatus, pero no el respeto. Las figuras de primera línea, que están afectas por sospechas, tienen una enorme responsabilidad e influencia en la vida de los ciudadanos. Sin juicios paralelos, hay que impedir estas situaciones. Todas estas situaciones son más que bochornosas. Culpo a los políticos sin escrúpulos que buscan un rápido enriquecimiento, a los empresarios que quieren obtener un trato de favor, a los que se desenvuelven entre todos estos cambalaches como trato cotidiano, culpo a la prensa que es capaz de crear estados de opinión tendenciosos, culpo a los que pudiendo evitarlo, miran para otro lado y culpo a todos los que soportamos esta situación de abuso. No bastan las protestas de los mineros, ni las de los del transporte, ni las de los sanitarios, ni las de los de la enseñanza, ni las de los funcionarios... Hay que derrocar el sistema de privilegios de la casta política desde todos los estamentos, incluido el de simple ciudadano.
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