Saturada se dice mucha gente de las noticias alrededor de la muerte de Isabel II, gente que no está obligada a leerlo todo. Es más, puede pasarse de largo por las páginas que refieren y se refieren a los (ne)fastos. Si, por ejemplo, uno se topa con este pequeño titular, ¿qué hace, lo lee o le da lo mismo quienes pueden y deben acudir? El titular es el siguiente: “Dudas sobre la representación española en el funeral”. Vale para una tesis sobre la diferencia entre querer estar informado y asumir el espíritu del cotilla.
Uno mantuvo a lo largo de su vida el vicio de buscar parecidos. En la lectura de la prensa de hoy, concretamente en El Comercio, encontró una foto del príncipe (ahora rey, hay que acostumbrarse) Carlos y se quedó mirando detenidamente para ella buscando si se parecía más al padre o a la madre.
También se fijó uno en otra foto: una multitud se aproxima al nuevo rey, pero no mira al rey sino a la pantalla de su teléfono móvil para inmortalizar el momento, símbolo del absurdo porque no siempre tendrás oportunidad de tener delante a un rey y muchísimas de estar delante de la pantalla del móvil. Por cierto, ¿el rey de Inglaterra no se arregla el cuello? ¿O marcará tendencia dejar crecer la real pelusa? La santa de uno está bastante más atenta que Camila a estas nimiedades.
Vayamos ahora a Valdano, que dedica un artículo a los nuevos goleadores mundiales. Dejando aparte a Benzema, escribe unas líneas sobre Haaland, Mbappé y Lewandowski. Todo lo que Valdano refleja ya lo presentía uno, pero las palabras justas y hermosas las pone Valdano y a uno solamente le queda aplaudir que alguien pueda escribir tan bien.
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