LECTURA DE LA PRENSA. PANCARTAS
Los miembros de un colectivo se reúnen para definir una campaña de movilizaciones, despliegue de pancartas reivindicativas y armar algo de barullo. Si uno se siente identificado con el colectivo y con la protesta, con qué acciones está de acuerdo: ¿con hacerse visible en un partido de fútbol que retransmiten televisión, en mitad de la procesión que da la vuelta a la iglesia el día de la fiesta grande, en plena puya del ramu, en el salón de plenos del Ayuntamiento, en la boda del hijo del alcalde, en una función de teatro con lleno absoluto?
Lee uno en la prensa que seiscientos reclutas que hacían el servicio militar en Rusia fueron enviados a la guerra incumpliendo la norma de enviarlos a la guerra. Como el miedo es libre, cuando uno iniciaba el servicio militar, la marcha verde avanzaba sobre el Sahara. Uno esperaba que no lo llamaran al desierto -era un pobre recluta- pero el miedo es libre y no las tenía todas todas consigo.
Uno cree que la diferencia fundamental entre la izquierda y la derecha está en la actitud ante Hacienda. Para la derecha la actividad pública ha de reducirse al mínimo porque es más eficiente la iniciativa privada; en consecuencia, lo ideal es que Hacienda sea lo más delgada posible. Por el contrario, la izquierda defiende que Hacienda necesita recursos para proceder a una justa redistribución. Siendo puros del todo, el hombre de izquierdas debería ser tan desprendido como el buen samaritano y si técnicamente fuera posible debería pagar a Hacienda, si tiene medios, más de lo que por la aplicación de las normas tributarias le corresponde. Por supuesto, nada de pleitear contra Hacienda. ¿Hizo bien Sabina al pleitear con Hacienda (y perder finalmente nada menos que dos millones y medio de euros) por la consideración de los derechos de autor? Uno exagera un poco al formular el planteamiento anterior, pero cree sinceramente que, sin tirar la casa por la ventana, la actitud ante las declaraciones fiscales ha de ser diferente en un hombre de talante progresista a otro de pensamiento conservador.
Sobre la credibilidad de la prensa, una columna también en el ABC que replica a esas cadenas de WhatsApp que destacan noticias que, según ellos, los medios silencian. Dice la columnista que si la prensa no lo publica posiblemente se deba a que son falsas. También es verdad. Uno bucea a veces entre las redes en busca de datos, pero hay que caerse a la prensa, incluso haciendo una lectura desconfiada de ella, porque lo contrario resulta imposible. Puede que uno sea capaz de informarse por libre en alguna área, pero no en todas las áreas por ser tarea absolutamente desproporcionada.
Merece la pena leer el comentario de José Manuel Ponte en LNE sobre la guerra de Ucrania y las opiniones de Kissinger. Y las suyas, claro.
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LECTURA DE LA PRENSA. COVID
Aprovechando el sondeo casero semanal de las mascarillas (sigue la evolución descendente) se fija uno en especial en qué dice la prensa del covid. Sería mejor escribir ‘qué dice del covid la prensa’ por lo que luego se verá. LNE indica que los médicos asturianos se muestran optimistas porque la mayor parte de los ingresados por covid no presentan neumonía. Encuentra uno, no obstante, un dato preocupante que hay que leer entre líneas y es que en palabras del director de Medicina Interna del Hospital ovetense “la mayoría de los que tenemos ingresados con covid llegaron al hospital por otros motivos”. Quiere decirse, por lo tanto, que se contagiaron allí. Uno conoce al menos dos casos recientes de enfermos que entraron por otros motivos, se contagiaron de covid en algún hospital y murieron. De la prensa nacional solamente encontró alguna referencia en El País. Además, en la portada, para destacar que la covid (El País sigue con ‘la covid’, en femenino, pero a uno no le sale ni decirlo ni escribirlo así) sigue matando a cincuenta personas al día.
En El Comercio encuentra uno casi un acertijo cuando lee “Las familias del Noroccidente salen a la calle por el transporte escolar el viernes”. Quiere uno entender que el transporte escolar problemático no se producirá únicamente los viernes, sino que será el próximo viernes cuando las familias salgan a la calle por el transporte escolar. Importante el orden de los factores en este caso.
En el examen de selectividad, rama de historia, preguntaron las causas de la invasión islámica, la rebelión de Cataluña de 1640, el nuevo orden europeo tras la Paz de Utrech y las repercusiones de la Primera Guerra Mundial y la Revolución Rusa en España. ¡Cuántas cosas olvidadas! Con pinzas, y gracias.
Sin embargo, no está del todo olvidado el sistema de venta electrónica de billetes. Publica LNE que hace ahora cincuenta años Renfe comenzó a emitir billetes de este tipo en Oviedo, Gijón y León. Uno hizo el cursillo correspondiente y recuerda con cariño al monitor de la materia, el Sr. Pertejo. Uno era todavía militar, hablamos del año 76 o 77 y el monitor aprovechaba para deslizar entre sesión y sesión algún discreto comentario izquierdista. Uno no llegó a trabajar nunca en un pupitre de venta electrónica pero no se olvidó del todo de aquellas enseñanzas. Hubo que aprender unos códigos que sirvieron para otras materias y otras labores. Puede decirse en este caso que el saber no ocupa lugar. Quizá a uno le interesó aprender que Oviedo era el código de estación 15211 y Puente de los Fierros 15118, pero vio menos utilidad a la fecha del tratado de Utrech.
Destaca la prensa que el Principado alegará para reducir los movimientos de tierras de la Ronda Norte. Unas páginas después lee uno que La Corredoria estalla contra el retraso del nuevo IES y endurece las protestas. Aunque uno sabe que desde no hace mucho se mira con lupa el movimiento de tierras que se genera durante la construcción, lo fundamental será el resultado, en este caso el instituto, por lo que se pasan por alto el imprescindible coste medioambiental que se producirá durante la construcción. Parece que no ocurre eso con la Ronda Norte, es decir, lo que más daño producirá será el resultado final y no el proceso constructivo, porque este daño se produce una sola vez y aquel permanece. En definitiva, con las obras más cuestionadas, se pone un especial acento en el proceso constructivo.
Lee uno con agrado los comentarios afables que semanalmente firma en El Comercio Milio’l del Nido, en este caso para hablar de las tradiciones, concretamente la de comer el bollu en el Campo San Francisco el Martes de Campo.
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