2022/06/26

DE FACEBOOK (Días 22 y 23)

LECTURA DE LA PRENSA. FABADA Y CACHOPO VASCOS
La noticia mala del Principado la encuentra uno en una página de gastronomía de La Razón. La Razón ensalza un restaurante de Torrejón de Ardoz, La Barrica, con este titular: “Una sidrería vasca por derecho. La apuesta segura aquí es la fabada, el cachopo y la tortilla de bacalao”. En Asturias es lugar común lamentarse por la escasa difusión de la sidra allende nuestras fronteras regionales, con el mito o pretexto de que fuera de Asturias la sidra se pica, pero que una sidrería vasca triunfe con la fabada y el cachopo demuestra una inapelable fagocitación gastronómica y un retroceso identitario preocupante. Uno espera que Barbón, en su periplo por los ministerios madrileños, haya protestado ante Garzón, el Ministro de Consumo. Entre paréntesis uno aprovecha para reivindicar el cachopo. Hay a quien le repele por ser comida de muchas calorías y apta solamente para fartones, muy alejada del pitiminí al uso con reducciones de Pedro Ximénez. Uno es cachopista convencido y encuentra gran alegría culinaria compartiendo un cachopo con cualquier voluntario o voluntaria que se preste.
Hacía mucho que uno no leía al comentarista político Antonio Papell. Vuelve a LNE y comenta las elecciones andaluzas. Habla del desbarajuste abierto a la izquierda del PSOE, “donde hay pocos soldados y muchos generales, y donde la lucha entre egos hace estragos”. Por su parte, Matías Vallés, en la misma página inicia así su artículo: “La buena noticia para el PSOE es que no tendrá que abstenerse en la investidura de Montero Bonilla, y sobre todo que no habrá repetición de elecciones en Andalucía”.
Sánchez, según La Vanguardia, se propone reactivar el Gobierno tras la debacle andaluza. ¿Reactivar es remodelar, o será dar un ximielgón?
En cuanto a las elecciones francesa, el País indica que la formación de extrema derecha se reafirma como la fuerza a la que más votan los obreros y los desfavorecidos. Franchutes y andaluces coinciden en equivocarse, al decir del pensamiento ilustrado.
José Manuel Parrilla, cura y profesor de Sociología, reivindica a Don Gabino y se reivindica a sí mismo y al tándem de sociólogos que formó con el Inolvidable Quico, José Ramón Álvarez, alineados claramente en el ala izquierda del clero. Por la contigüidad de apellidos, Quico y uno compartieron pupitre varios años y sintió mucho su muerte. Por si quedara poco claro el giro producido de un tiempo a esta parte, Parrilla denuncia que desaparece la asignatura de Sociología en la formación de los futuros curas asturianos. Por cierto, inicia su artículo escribiendo algo que no es cierto, al referirse a “una multitud de valoraciones en las que no sólo resulta casi unánime el elogio a su estatura moral y pastoral (el representante de Vox y algún blog parroquial fueron los únicos en desafinar)”. Hubo otros y de una extrema dureza.
Las empresas asturianas se quejan de que el sistema educativo no proporciona trabajadores de la cualificación necesaria. El Principado replica que las empresas no les notifican el empleo sin cubrir, por lo que malamente pueden organizar los cursos más adecuados. En pura teoría uno está con el Principado. Otra cosa es que los empleados los quieran para ayer y no haya manera de organizar una formación decente. ¿Las empresas, más ágiles, son capaces de prever no lo que necesitan para ya, sino lo que prevén necesitar dentro de un año? Considerando el funcionamiento mastodóntico de la administración, sería difícil tanta rapidez, pero podría intentarse.
Se sorprende uno de que LNE indique que el incendio de la Sierra de la Culebra en Zamora sea el de más superficie devastada desde que se tienen registros (se habla de España) y relegue la noticia a la página de sucesos y no a la portada. Por este motivo, uno sondeó que tratamiento informativo recibió esta calamidad en la prensa nacional. El País, por ejemplo, lo lleva a la portada, aunque quizá para denunciar los fallos preventivos de una administración autonómica que no sintoniza con PRISA. El Mundo no incluye la noticia en la portada pero le dedica un editorial: “Urgen nuevas normas contra incendios”. Urgirán, pero según La Vanguardia, el incendio se debió a los rayos de una tormenta seca que produjeron varios puntos dispersos de fuego. El ABC también le dedica parte de la portada: La vida en la sierra de La Culebra queda reducida a cenizas. El ABC insiste en las consecuencias negativas para los castaños, la caza, el turismo del lobo y las setas. Y el propio lobo. Esto último es una noticia preocupante para Asturias y para las regiones donde se prohíbe o limita la ‘extracción’ del lobo, porque si el conjunto de cabezas lobunas se reduce en el conjunto peninsular, se volverán más estrictas las normas de conservación de de la especie en Asturias.
Lee uno esto en El País, no en La Razón: "La regulación inmobiliaria ahuyenta de Barcelona a los inversores. La caída de los precios de los edificios residenciales contrasta con el mercado madrileño. Madrid ofrece más terrenos y una fiscalidad más favorable".
En El ABC lee uno que varios diputados británicos piden devolver a Grecia los mármoles del Partenón, pero le cuesta adivinar de qué signo político son los diputados. Debe tratarse de los laboristas, pero la noticia no lo deja claro y el dato es importante.
En La Vanguardia lee uno que Nápoles podrá seguir luciendo la ropa tendida a la vista de todos. Uno tiene un concepto burgués de la fealdad y detesta los tendales en las ciudades, en particular si las prendas se ostentan hacia la cara ‘noble’ de los edificios. Es cierto que esta fealdad es rehén de usos arquitectónicos mezquinos, pero existen soluciones que permiten eliminar el impacto visual. Ahora bien, algunas de esas alternativas pasan por la instalación de secadores en el interior de las viviendas y eso atenta contra los valores medioambientales en boga. ¡Quién sabe si volveremos a la ropa tendida, incluso tendida al verde, y nos parecerá un espectáculo estético!

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LECTURA DE LA PRENSA. BATIBURRILLO
Aprovechando el sondeo casero del uso de las mascarillas, repasa uno qué sigue publicando del covid la prensa. En la prensa nacional uno encontró únicamente una información en La Vanguardia: la séptima ola que viene. Crece la cifra de casos y los expertos pronostican que seguirá la tendencia al alza. Causas: la pérdida de inmunidad, los nuevos linajes y el aumento de interacciones. España registra un millar de hospitalizaciones por o con covid en cuatro días. Los expertos recalcan la importancia de evitar conductas que puedan contagiar a personas vulnerables.
En la prensa regional, LNE recoge el insólito caso de un septuagenario que lleva dos años en la UCI del Hospital de Gijón. De la lectura de la noticia saca uno la conclusión de que el caso produce tensiones entre los profesionales sanitarios. Entre líneas quiere uno entender que el personal de la UCI entiende que no procede que siga allí al haberse cronificado su estado; quiere uno entender que el departamento de control de gestión pasará informes al responsable de la UCI detallando el coste de tal estancia, y que el médico dirá ¿a mí qué me cuentas? A mí no me vengas con cuentas. Los números son asépticos y a veces desagradables.
Uno se fijó en la noticia de una sentencia que condena a una autoescuela por las lesiones sufridas por una alumna mientras practicaba con una moto. La noticia, en principio, es una más, pero uno cree que cuando se critica la burocracia, la burocracia empieza aquí: para evitar que el alumno indique que no recibió una formación específica en el manejo del freno delantero (y quién dice freno delantero, dice cualquier otra cosa) se incluirá un formulario que detalle con pelos y señales las clases impartidas. Formulario que pasará a engrosar la masa de papeles necesarios para tramitar un permiso. Y el juez Pilatos se lava las manos. Él no tiene culpa alguna del incremento burrocrático.
Casi todos los medios indican que vuelve Google News después de ocho años, que había quedado capado en aplicación de normas de propiedad intelectual. Es una noticia que perjudica a la prensa tradicional aunque no cree uno que el bloqueo sufrido durante ocho años haya redundado en una aumento de las ventas de la prensa escrita. Seguramente la gran patronal de los medios pensó que bloqueando la circulación gratuita de noticias por internet, la gente compraría la prensa. Habría que ver los números, pero uno cree que no cubrió las expectativas. De todas formas, por las metanoticias de la prensa es imposible informarse de los intríngulis de la cuestión, o sea, que algo más tiene que haber.
La Caja Rural se queja de que no encuentra jóvenes para trabajar en sus oficinas de los pueblos. Está uno seguro de que no es así, al menos los de nuevo ingreso. Otra cosa es que pretendan marcharse de allí en cuanto puedan, incluso aunque sean de la zona. La forma de expresarse es de una cursilada estomagante: “no hay apetito entre los jóvenes universitarios” para trabajar en los pueblos. El trabajo en el sector bancario lleva muchos años siendo de lo más desagradable, alejado de los cómodos tiempos en los que el personal de la oficina se limitaba a tramitar préstamos, a ingresos, reintegros y a actualizar libretas. Ahora se pasan la vida intentando captar clientes por tierra, mar o aire. Una pesadez estresante. Uno com-padece a los trabajadores.
En las páginas de economía de El País coinciden dos noticias de altas finanzas e ingeniería financiera, una de El Corte Inglés, otra de Kellog. Ante estos movimientos tan extraños al trabajador de a pie ¿qué más le da trabajar más o trabajar menos si que la empresa triunfe o se vaya al carajo no depende de su compromiso, ahora que tanto se habla de compromiso?
La viñeta de El Mundo advierte de con quién tendrá Feijóo que lidiar antes de vérselas con Sánchez.





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