Esta mañana mientras desayunas, oyes las noticias por la
radio y el locutor lee que un indigente fue agredido, incendiado exactamente,
mientras dormía en un cajero automático de la ciudad de Sevilla. Añade el
presentador que el hombre tenía plaza en un albergue, aunque esa noche no lo
había ocupado.
Por aquello de adornar la noticia, incluyen el audio de las
declaraciones del concejal competente, que concreta que esa persona tenía plaza
“en la unidad de baja exigencia”, lo que te deja muy confundido. Cuando oyes
una perífrasis de ese estilo quedas tan descolocado que no puedes seguir el
hilo de la noticia, hasta te queda la tostada a medio masticar. Menos mal que el locutor había acertado con el titular al
hablar de albergue, porque si entran directamente las declaraciones del
concejal, no sabrías de qué se estaba hablando.
albergue.
(De albergar).
¿Es peyorativo hablar de albergue para ese tipo de
instalaciones? No te lo parece. Las acepciones uno y tres se ajustan a lo que
pueda ser la unidad de baja exigencia y la acepción dos en absoluto implica descrédito. Otra cosa es que, a juzgar por la noticia ya más
elaborada por otros medios, al hombre no es que le gustara la palabra, lo que
no le gustaba es tener que someterse a exigencia alguna.
(No era este el final que tenías previsto para este suelto,
pero es el que fue saliendo. Ibas a hablar de las Unidades – trenes- o de las
Unidades del Regimiento de Ferrocarriles, pero será para otra ocasión).
1 comentario:
a quien tiene cama y duerme e el suelo, no se le tiene duelo. Por no someterse a la más elemental disciplina...
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