Curiosas conclusiones se pueden sacar del listado de potenciales
infieles de Ashley Madison. La prensa regional peinó su respectiva zona para
ofrecer los datos que más podían interesar a sus parroquianos, también la de
Asturias.
¿Y las empresas ferroviarias, qué? Pues en otro listado te
enteras de que 16 ociosos y/o imprudentes de Renfe y 15 de Adif utilizaron su
tiempo en esta ociosidad.
Claro que siguiendo la teoría jurídica del fruto envenenado,
no se puede hacer nada: lo conseguido ilegalmente no existe en el derecho y
ninguna negativa consecuencia jurídica puede derivarse de la lista. Eppur si muove:
pero existió.
Nada chocante la abundante lista de quienes dieron su correo
electrónico de la Junta de Andalucía. Coincide con la sensación de que el calor
hincha las administraciones. Por lo demás, en estos casos la estafa estriba más
en usar el tiempo laboral para la ociosidad que los medios materiales, y tiene
lugar donde la labor escasea y se difumina la exigencia.
2 comentarios:
Otra vez que los de Renfe nos ganais a los de Adif, será por la dichosa masa salarial.
El pique está muy bien entre compañeros. Pero el problema, no ya tanto por usar el tiempo laboral y los medios de la empresa para un entretenimiento, como para reflejar la carga de trabajo, la sobredimensión de las plantillas, los cargos con sueldo y sin responsabilidad. Nadie les exige una tarea, no sabemos si un horario. Hay que mejorar muchas cosas, pero la burocracia asfixia toda iniciativa. A las empresas de transporte de ferrocarril por carretera se le está favoreciendo, en detrimento del ferrocarril. Entre que estén envenenado a los compañeros con sus agravios comparativos, o que entren en Ashley, casi mejor que estén entretenidos y callados. Por consiguiente prefiero que se estén entreteniendo en estas cosas, antes que derivar fondos públicos a sus bolsillos particulares. El ferrocarril le están hundiendo los políticos, no los que juegan en estos juegos inocentes en horas de trabajo. Y ganan, entre otras, las empresas de Florentino, el del fútbol. Donde unos ven pasión por los colores, otros no pierden posibilidades de hacer negocios utilizando el fanatismo futbolero para abrirse mercados nacionales e internacionales y hacer transacciones económicas con grandes beneficios. ¿Cómo quedó el Madrid este fin de semana?
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