El Ministro del interior no pudo asegurar que recibió a
Rodrigo Rato a título personal, pero estaría tentado de decirlo, aunque con
incorrección manifiesta. La concejala de IU del Ayuntamiento de Oviedo Cristina
Pontón (a quien respetas por la buena consideración que te mereció su difunto
padre, ferroviario lenense) acudió a la misa del patrono de Oviedo a título
personal aunque como coincidió con otros concejales del PP, se sentaron juntos
por compañerismo en posiciones destacadas y no sabes si en bancos reservados,
quizá no.
Esta mezcolanza de churras y merinas te da ocasión para
meditar sobre qué es el título personal, qué lo define y cómo tienes actuado tú
en alguna ocasión en la que no está clara la frontera entre el título oficial y
el personal.
Desde luego si eres un miembro de una corporación, asociación
o agrupación y acudes a un lugar donde hay un lugar reservado para tu entidad y
te colocas ahí, no vas a título personal aunque no te hayan dado un
nombramiento en papel para la ocasión.
Si no acudes a título personal pero te pagan los gastos y no
ocupas ningún lugar preeminente vas a expensas de cómo se desarrolle el acto,
de manera que si las tornas son favorables puedes sacar pecho y mejorar
posiciones (puede ser una junta, una boda) pero si amenaza
tormenta (un funeral después de un accidente de trabajo, un homenaje por jubilación
con discursos incendiarios) habrás ido en viaje oficial de tapadillo.
Volviendo a los funerales, a alguno fuiste (sin pasar gasto
pese al notorio desplazamiento) al que no habrías ido si no ocuparas
determinado puesto en un momento determinado. Puedes decir que fuiste a título
personal porque lo pagaste, y quizá aquí esté el criterio delimitador del título
personal. Hay una situación intermedia: cuando se ocupan determinados puestos está feo no acudir a algunos
actos, aunque se vaya a título personal y mezclados con el común.
Tienes leído un manual de protocolo en el que se prevé la
forma de actuar ante la boda de un colaborador (subordinado está pasado de moda
pero se entendería mejor). Decía aquel manual no tan viejo que se asistiría a
la ceremonia “si se es invitado”. Faltaría más que se fuera sin invitación. El
manual no descendía al importante detalle de quién pagaba el cubierto. En caso afirmativo se podría sentar uno cerca de la mesa presidencial.
1 comentario:
Lo ideal será ir a título personal pero con todos los gastos pagos y unos pequeños honorarios de 6.000 € para imprevistos. Las vacaciones de la Carmena ¿son a título personal? los gastos ¿son a costa del contribuyente? Esto de socializar los gastos y privatizar los beneficios, me encanta. Tsipras adjudica a una empresa alemana su primera privatización. Alemania se queda con 14 aeropuertos griegos privatizados. Aquí vendemos el aeropuerto de Ciudad Real por un precio casi de regalo. Ya cobraron lo suyo los políticos y los constructores. El 'todo gratis para todos' queda muy bien, si vivimos, a título personal, de la beneficencia.
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