Lees en La Nueva España una entrevista, que no encuentras en la edición digital para copiar aquí el enlace, al Oftalmólogo Fernández-Vega.
Aunque de momento tienes buena vista quizá padezcas de una cortedad de miras de las que no se operan en su clínica de tanto éxito, quizá porque tu miopía es moral o porque el mundo está lleno de desagradecidos.
Lees que es Catedrático de Oftalmología de la Universidad de Oviedo y Jefe de servicio de esta especialidad en el Hospital Central de Asturias. Afirma en su entrevista que la mayor parte de la mañana está en el Hospital y que suele subir a la Facultad en torno a la una, y si le toca da clases porque le gusta mantener el contacto con los alumnos. Señala que imparte personalmente al menos la mitad de sus clases, que después come en casa y que a las tres y media ya está trabajando en el Instituto Oftalmológico y operando.
Personalmente realiza unas 1500 operaciones al año, que si divides entre 300 días efectivos de trabajo anualmente, salen a cinco diarias. Una media elevada. Ya quisieras tú resolver cinco expedientes diarios y eso que no afectan a materia tan sensible.
Por su clínica pasan anualmente 65000 personas, lo que supone que el diez por ciento de las estancias hoteleras de la capital, se le deben.
De lo que te avergüenzas es de pensar en una minucia y aquí la confiesas públicamente: si cobra íntegramente los dos sueldos, el de catedrático y el de jefe de servicio en el hospital, o si en alguno de ellos goza o padece de reducción de jornada. A lo mejor a estos próceres que tanto bien rinden a la colectividad hay que perdonarles el cumplimiento de estas formalidades, y de hecho se les perdonará y tú hasta lo comprendes pero en tu cortedad de miras no operable piensas en la igualdad de trato aun a sabiendas de que no todos son/somos iguales.
2012/07/16
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