2012/06/05

OREJERAS

Al abrir EL PAÍS de hoy descubres la foto que con un poco de suerte se puede ver en este sueltillo.

Abrazar, abrazar, no te parece que eso sea un abrazo. Por si acaso, la Real Academia opinara otra cosa diferente, vas fervoroso hacia ella y descubres que abrazar es ceñir, rodear, y que ceñir también es rodear. Hombre, no crees que Feijoo este abrazando, ni ciñendo ni rodeando a Mario Conde, salvo opinión mejor fundada en Derecho, que se usa decir en los latiguillos forenses.

Sí se dan un apretón de manos, o de mano. La de Feijóo no se ve fláccida; normal, una vez que estrechas cortésmente la mano, hay que hacerlo con algo de garbo, sin llegar a producir el corte en la circulación sanguínea. La de Mario Conde se distingue menos, pero tampoco se advierten los dedos colgando.

El brazo izquierdo de Feijóo se muestra más estirado que el de Conde, flexionado el del banquero casi en un ángulo recto. No puedes percibir la tensión del brazo izquierdo del Presidente gallego, pero quizá la fuerza de su brazo esté precisamente impidiendo un abrazo, sujetando a Conde para que no se acerque demasiado, que un poco de cortesía, vale, pero el abrazo, el ceñimiento, el rodeo del cuerpo, ofrecerían un pésimo resultado fotogénico y político. O no, porque se oye ahora que lo que perpetró (sus hagiógrafos no hablan precisamente de perpetrar) Conde en los noventa no tiene gota de comparación con las Bankias del siglo XXI. Complicado comparar peras con manzanas, incluso las podridas.

Si un pie de foto se rotula contra la evidencia ¿qué pensar de lo que no vemos? Al final, la fe, último reducto, creer en algo, en el periódico, en el político, en uno mismo. A veces ni eso 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

cuando caerás de la burra , de que ese periodico es el mas panfletario de todos?

historiador dijo...

Mario Conde le hizo la cobra!!!