2012/06/23

JUSTICIA URBANA, JUSTICIA RURAL Y COHERENCIA

Como no sabías si hablar de la justicia o de la coherencia, las metes en un saco y fabricas un revoltijo.

Se admite la distinción entre justicia civil y justicia penal, justicia civil y justicia militar, justicia civil y justicia canónica, justicia civil y justicia contencioso-administrativa, arrendamientos rústicos y arrendamientos urbanos. Lo de justicia urbana y justicia rural se te estaba ocurriendo según salías de la reunión anual de la comunidad de propietarios.

Te refieres a la reunión de la comunidad en la que vives en este momento, porque también asistes a la de la vivienda anterior, ahora deshabitada y sin visos de ocupación.

Reunión rutinaria, nada que se salga de lo previsto: los que viven, típicamente interesados en gastos de conservación, incluso en inversiones; los que no viven, tirando hacia atrás y postergando el asunto para ejercicios posteriores. El que sufre humedades en la fachada votando a mano alzada la preferencia de ese asunto, pero absteniéndose si la humedad la padece una lejana plaza de garaje; el que no vive quejándose de los elevados mínimos del agua o del gas, el que vive justificando que haya que pagar la disponibilidad.

Así ocurre en todas las comunidades, dando ocasión a papeles cambiados. Cuando se acude a la junta domiciliaria, podría ocurrir que defendiera con ardor el mármol en la escalera, pero tacharía de despilfarro ese mismo gasto en el piso vacío.

A simple vista se le podría tachar de incoherencia, pero no hay tal porque coherencia es lo que está adherido, pegado a uno mismo o entre sí. ¿y qué une más que el interés, incluso el egoísmo? Eso sí que cohesiona, coherencia pura.

Pensabas en estas bagatelas mientras caminabas con algún comunero a tomar algo antes de la retirada, compartiendo barra con quien se había abstenido en alguna de tus propuestas, y a la recíproca. Es en este instante cuando y dónde meditas sobre la justicia urbana y la justicia rural. En el mundo rural, entrañable (de entraña) y visceral, sería impensable compartir mesa,  mantel y tenedor. Como tridente parecido, se esgrimiría la pala de dientes.

1 comentario:

Anónimo dijo...

abstenerse en una votación en el mundo rural, es una salida del armario como poco,para el vecino que propone.En el mundo rural generalmente,ose está conmigo o contra mí.