2017/08/16

EL DINERO Y EL TRABAJO DE LOS SOCIALISTAS

No apagada la polémica sobre el sustancial incremento patrimonial generado durante los últimos años años por el alcalde socialista de Siero, Ángel García, llega el abandono de la política de Antonio Trevín (que fue alcalde de Llanes, Delegado del Gobierno en Asturias, Presidente del Principado y Diputado en las Cortes entre otros cargos) para pasar sin solución de continuidad a un cargo directivo en Asturiana de Laminados -ASLA-, concretamente a comandar la expansión de la empresa en el mercado sudamericano.

El caso de Trevín es el típico de las puertas giratorias, aunque él y los suyos dirán que no. Por ejemplo, pueden alegar que no giró de la empresa a la política, sí de la política a la empresa y eso es solo medio giro. ¿Dimitió cuando tuvo asegurada la canonjía? ¿Le están agradeciendo las gestiones realizadas para obtener ASLA importantes subvenciones del Principado? ¿Está la empresa utilizando sus relaciones y contactos para la expansión internacional? Ves alguna mínima posibilidad de esta tercera cuestión, pero ninguna en las otras.

Enlaza con la cuestión del alcalde socialista sierense, que incrementó sus patrimonio, según manifestó, por una acertadas inversiones en la Bolsa.

Los casos anteriores, y algunos más que se podrían buscar, te hacen preguntarte sobre si un socialista puede tener ingresos importantes diferentes de los procedentes de un sueldo. Se te plantea la duda de qué puede hacer un socialista honrado con la parte sobrante de su sueldo: si puede comprar algún inmueble, algún coche no muy lujoso, si puede invertir en bolsa y concretamente en qué valores, o si no tiene otra alternativa que dejar su creciente dinero en un plazo fijo. Tienes más claro lo que no se puede hacer que lo que se puede hacer sin reproches éticos o de conciencia.

Llegados aquí, lo de Trevín te plantea las mismas dudas ¿tendría que haber vuelto necesariamente a una plaza de maestro?. Sigues teniendo más claro lo prohibido que lo permitido, pero lo de ASLA te parece una pasada.

1 comentario:

ANgazu. dijo...


Interesante reflexión, pero si el ser político de altos vuelos no llevase incluidas prebendas, monios, etc, habría escasez de personal.

El gusto por la buena vida, el dinero, los lujos, colegios privados, vacaciones pagadas, cohorte de lameculos, y futuro asegurado no entiende de pelaje político. En eso se parecen todos ( excepto alguna excepción que confirma la regla).

Saludos.
ANgazu.