El solarete entrelazado a la rifosa casa del Vedado,
produce una escasez de pinta sobresaltada, abundoso el parche se hace montura y
se ramea con una corbata Zulka, regalo del patrón en trance de carantoñas a la
tía dulcera. Paradiso, de José Lezama
Lima.
Si en el suelto precedente hablabas de las miserias del
escritor, ahora te adentras en las dudas del lector cuando afronta un texto de
latosa comprensión. Caben varias consideraciones. Si toda la obra es tal como
el párrafo superior, mejor dejarla y resignarse a la idea de que está escrita en
otro idioma y por excelente que sea, uno no entiende todos los idiomas del
mundo.
Otra posibilidad es armarse de diccionario y paciencia y ver
qué son el tal solarete, la rifosa, la pinta sobresaltada, el parche, la
montura y ramear. Implica romper el
ritmo de la lectura, pero merece la pena si sospechas que el párrafo es
esencial para el correcto seguimiento del resto de la obra.
In illo témpore alguien te trasladó estas dudas al contar su
experiencia de la lectura de Tirano Banderas, de Valle Inclán. Tan incrustada
te quedó esa idea que no recuerdas si tú también la padeciste cuando, años
después, acometiste la lectura del excéntrico gallego.
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