Pasada o a punto de pasar la polémica sobre la carne roja y la carne
procesada, pocas conclusiones válidas podemos sacar los profanos más allá de
procurar la moderación en las costumbres culinarias. Bueno, al menos incluiste un
concepto nuevo en el acervo cultural: carne procesada.
No sabes cómo llegó el informe a
la prensa, si en bruto y en inglés, si masticado en castellano a través de
agencias de prensa, y cómo los propios medios ‘procesaron’ la noticia o si la
sirvieron cruda, como algunas carnes rojas.
Te intentaste poner en la piel
de periodista si un día recibes un
comunicado de prensa directamente de la de la OMS o de una agencia de la OMS,
un tocho monumental, y te ves en la tesitura de publicar algo en tu medio. Supones
que preguntarías a un médico, a un veterinario o a un nutricionista: ¿oye, de
este tocho qué se saca en limpio?
La OMS intentó desmarcarse de
la polémica diciendo que la IARC (Agencia Internacional de investigación sobre
el cáncer) es un organismo autónomo y participado por los estados miembros. Nadie
quiere cargar con los errores.
Acudes a
la propia OMS, que, pasados unos días, se esforzó en resumir la cuestión en unas cuantas preguntas y
respuestas breves. No es fácil traducir a lenguaje periodístico cuestiones tan
complejas, pero algo hay que decir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario