Esos ojos verdes que embelesaron al Ulises del gallego Cunqueiro, son, de momento, el único aspecto carnal de su amor, los ojos, seguramente la parcela menos carnal del cuerpo humano.
¿Quién que esté o haya estado enamorado no se identifica con las oscilantes y contradictorias sensaciones de Ulises, tal como las presenta Álvaro Cunqueiro en “Las mocedades de Ulises”?
El amor a Penélope le imponía a Ulises una natural veracidad en todo lo que ahora había de decir de sí. En casa de Icario, contando de la suya, había sido modesto y solamente exagerara afirmando de su ánimo vagabundo, porque en algo tenía que ser heroico ante los ojos verdes; con eso, y con dejar como misterio parte de los motivos de su viaje, podía incluso fingirse melancólico o ponerse triste en alguna ocasión, y pasear distraído como ensoñando, sin que nadie viniese a interrumpir su soledad. Tenía que ser verdadero, a pesar suyo y por amor.
Cualquier enamorado pasado o futuro de cualquier lugar pasará sucesivamente, con idas y vueltas, por las mismas fases: la veracidad, la modestia, las exageraciones, la heroicidad, el misterio, la melancolía, la tristeza, la ensoñación, la soledad, la verdad y el amor.
Todo por unos ojos verdes, quizá traidores, al decir de la también gallega María Ostiz.
Al servicio de quien me quiera: Porque sí y porque sé
Hace 21 horas
4 comentarios:
Hay que pasar por ese estado de entontecimiento, aunque tampoco es necesario. Es cosa de biología, porque un par(aunque sea de ojos verdes y traidores)tiran más... Lo que hace la ilusión, la fantasía y luego nada es como te imaginas. Hay hombres que lo pagan muy caro por un par... por un par y los cantos de sirena, algunos hombres va a perder su casa y van a perder su sueldo, su dignidad... Craso error: funesto desenlace
Iba a comentar que Maria Ostiz era navarra, así lo recordaba de mi ya lejana juventud, pero consulté en la wiki y sorpresa!, es astur de nacimiento:
María Ostiz, cuyo nombre real es María Dolores Ostiz Espila (Avilés, Asturias, 8 de junio de 1944), es una cantante española.
Cierto lo de María Ostiz, me traicionó su interpretación de Na veira do mar, que no sé si se escribe así, pero así queda la entrada, con error y todo.
No se de qué manera afectará lo que canta la cigarra, a lo que un pueblo es.
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