LECTURA DE LA PRENSA. LA EJECUCIÓN DE LOS CONTRATOS
En un espacio patrocinado de publicidad, hace unos días declaraba una concejala de Vox del Ayuntamiento de Oviedo: “Nos preocupa la mala ejecución de los contratos del Ayuntamiento de Oviedo”. Uno desconoce si los contratos mal ejecutados son muchos, pocos o indeterminados y no tiene elementos de juicio suficientes para calificar el conjunto de la ejecución de los contratos, pero uno como paseante ve cosas sorprendentes. Por
ejemplo, cómo en la calle Campoamor, tan próxima a la calle Uría, se sustituyeron unos adoquines por un alquitranado absolutamente chapucero para una calle peatonal. Por el contrario, observa cómo en la pista finlandesa se remató un cuadrado similar con una maestría sobresaliente, que el tiempo y el paso de las suelas y las lluvias acabará por homogeneizar. ¿Es la misma contrata la encargada de unas y otras labores? ¿Hay un funcionario municipal muy exigente en las zonas rurales y otro que pasa de todo para determinados distritos urbanos? En un mismo día, con una diferencia de media hora, ve uno lo mejor y lo peor, lo más encomiable y la chapuza de libro.
Aprovechando el paseo, y ya que hablamos de funcionarios exigentes (o repunantes) muy cerca de la pista finlandesa observa uno cómo algunos conductores transitan por un atajo prohibido para evitar un enojoso rodeo. Otros conductores no se arriesgan a una multa y dan un rodeo de un par de kilómetros posiblemente. ¿Los que se arriesgan son unos caras? ¿Si un policía los multa es un chulo de libro? ¿Es posible un término medio o tertium non datur? Uno, por deformación psicológica, está con el policía, aun a sabiendas de que si las normas de cumplieran siempre se acabarían fosilizando porque el incumplimiento sistemático de las mismas acaba obligando a cambiarlas.
Por cierto, ¿nadie revisa la corrección de rótulos y placas? ¿Por qué en una misma placa unas palabras llevan tilde, y otras que deberían llevarlo quedaron cojas?
Pese a ello, uno observa complacido cómo a veces la gente y hasta los árboles se abrazan.
LECTURA DE LA PRENSA. SE INAUGURA LA VARIANTE CON SUS CAPILLAS Y SUS MISERIAS.
Estos días leyó uno numerosos artículos y columnas de opinión alrededor de la variante recién inaugurada. Los políticos, prácticamente sin excepción, se dedicaron a ensalzar la labor de los suyos y a destacar los palos en las ruedas del resto.
La Nueva España publicó un especial en el que uno quiere destacar la entrevista realizada al presidente socialista de Asturias Adrián Barbón, la columna
suscrita por Alvaro Queipo, secretario regional del PP, y la de Antonio Trevín, expresidente socialista de Asturias y exdelegado del Gobierno, entre otros cargos. Todos barren para casa, permitiéndose una excepción para reconocer el impulso inicial del ucedista Alejandro Rebollo.
Barbón hace hincapié en la labor de Pedro Sánchez, José Luis Ábalos, Raquel Sánchez, Isabel Pardo de Vera, Pedro de Silva y María Luisa Carcedo, todos socialistas, y aprovecha para criticar la postura de Cascos, sin citar avance alguno de los gobiernos populares.
Álvaro Queipo, además de reconocer el impulso inicial de Alejandro Rebollo, paralizado por Felipe González, destaca el empuje del gobierno de Aznar y ¡de Rodríguez Zapatero!
Trevín en su línea habitual de atacar al PP, pero sin un aplauso para el sector de Zapatero y Pedro Sánchez, a los que ni cita (se sabe que no comulga), aprovecha para lanzar sus dardos hacia las disculpas ofrecidas en su día por Aznar y Rajoy para justificar la lentitud del avance.
¿Cómo no hacer mención al papel de Isabel Díaz Ayuso, perfectamente retratada en la viñeta de La Nueva España?
En el tren inaugural y en los actos organizados con ese motivo, los sindicalistas se fotografiaron juntos, otro tanto hicieron los populares y los socialistas; lo mismo los representantes de las Cámaras de Comercio. Pero uno encontró una excepción que quiere destacar por lo inhabitual: la foto de Mariano Santiso con Mercedes Fernández.
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Además, está uno orgulloso de que a los mandos del tren real estuvieran Lolín Campomanes como Jefe de Maquinistas, y Ángel González, como maquinista, ambos descendientes de Puente de los Fierros. Son gente sencilla y extraordinaria, y buenos compañeros. Lolín puede que al día siguiente de estar con el rey se estuviera manejando con una motosierra o ayudando a un amigo en el bricolaje casero. Ángel le mandó a uno un mensaje que demuestra su calidad humana: “Hoy estoy en representación de una gran familia ferroviaria, de un montón de trabajadores a veces no tan visibles, desde limpieza, atención al cliente, comerciales, gestión, formadores, ingeniería, talleres,… Me acuerdo de todos los antepasados también”.
(En la foto, Ángel conduciendo y Lolín supervisando).
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