Una vez más da que hablar la jueza Rosario Hevia al haber anulado la Audiencia Provincial de Asturias el juicio por el fraude del carbón de la mina de La Camocha. El juicio merecía una sentencia justa y rápida. Rápida ya no va a ser, entre otros motivos, por el abuso de posición de la juzgadora.
http://www.elcomercio.es/economia/201606/25/anulada-sentencia-mina-camocha-20160625002902-v.html
En las grabaciones del juicio se comprobó que la jueza interrogó durante cincuenta y cinco minutos a algunos procesados, como si fuera el Fiscal o la acusación particular, alejándose de la imparcialidad a la que está obligada.
Como ganó una posición y ahora está de magistrada en Valencia, no sabes qué estará armando por allí. Los abogados de causas perdidas estarán locos por que les toque en suerte. Bien estará que luche contra la corrupción valenciana o de donde sea pero en buena lid. Llegado el caso querrías ser juzgado por un juez que aplique rectamente la ley sin interpretaciones a su aire, pero R. H. es un paladín del uso alternativo del derecho.
2016/07/03
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2 comentarios:
Te estás implicando mucho en tus comentarios no demasiado íntimos. Y este comentario tiene doble valor, el primero porque en sí mismo es comprometido y en segundo porque tú eres del gremio de los de las leyes: abogados, fiscales, jueces y como no ejerces, no te pringas con gente que ha tenido la mala suerte de haber sido pillados infraganti y tienes que defender lo indefendible. Aunque te da por defender lo indefendible en ciertas ocasiones en las que no cobras. La justicia es una entelequia, como el concepto de Dios y la aplicación de las leyes tampoco nos iguala, porque se aplica desde una manera muy subjetiva. Si me tengo que ver un una situación en que tenga que reclamar, Dios me de antes un mal arreglo que un buen juicio.
¿Criticamos el sistema judicial español? ¿Los jueces son independientes del sistema político? ¿La justicia es justa, es equitativa? ¿La ley busca la justicia? Si se juzga a la Infanta ¿se hace con la misma objetividad que a las demás esposas de los demás españoles? ¿Y si se juzga a la familia Pujol? ¿O la Ley es una cosa, el Derecho es otra y la Justicia es otra? Más o menos, como el misterio de la Santísima Trinidad: tres cosas distintas y sin saber si hay algo verdadero.
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