2016/07/04

OBSCENIDADES ESCRITAS VS. VISUALES

Si nos paramos a debatir sobre el concepto de obscenidad no podrías escribir una línea más, pero por abreviar quedémonos con la idea de lo que en otro tiempo se consideraron obscenidades.

Dicho lo anterior, con motivo del cumpleaños te regalaron una entrada para la zarzuela ¡Cómo está Madriz!. Determinada prensa  y determinados foros hicieron una buena publicidad al poner el grito en el cielo por alguna escena escandalosa, concretamente por una felación, simbólica y estilizada por cierto, que tiene a un fraile como sujeto pasivo. La escena es muy rápida, no crees que dure ni cinco segundos. ¿Sobraba? Quizá. ¿Añadía algo? Algo de humor y algo de crítica. Si la representación fue similar en otros escenarios, las críticas te parecen exageradas.

Días después, en "Así empieza lo malo", de Javier Marías, encuentras una escena de erotismo en la que una pareja se da un revolcón en algo que es o fue un santuario, todavía no lo tienes claro a estas alturas de la novela.

'Beatriz no es religiosa, ¿qué diablos hace aquí? Claro que no ha venido a poner velas precisamente, si acaso a que le pongan una a ella' Y me sorprendí de este pensamiento zafio o mal juego de palabras, no es mi estilo ni lo era tampoco entonces, a veces cedemos a la facilidad y a la grosería, la mente se nos escapa aún más que la lengua.

Alguien abandonó airadamente la butaca en aquel punto de la representación. Sin embargo, no crees que nadie haya cerrado el libro por esa página y lo haya archivado en la estantería o en la hoguera.

No son escenas equiparables pero te dió motivo para pensar cómo las posibilidades de escándalo son mayores en una obra de teatro o una zarzuela (mayor verosimilitud), que en una película (cabe un montaje), no digamos en la letra impresa, con amplio margen para el juego de la imaginación.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Fuiste solo a la zarzuela? ¿Comentaste estos pensamientos con tu acompañante? El concepto filosófico de la obscenidad es muy interesante.
Dicho término se usa mucho en el contexto legal para describir ciertas expresiones como: palabras, acciones e imágenes que puedan ofender la moral o sexualmente a alguien. La obscenidad va a depender en algunos casos de la cultura, dado que hay países que han promulgado leyes con respecto a lo que consideran obsceno y censuran todo aquello relacionado con este término. Por ejemplo, lo más común y conocido es la pornografía. Además no solo se le puede dar una connotación sexual, dado que puede usarse para referirse a blasfemia, irreverencia o en cambio a algo que es tabú, repugnante e indecente.
Obscenidad: cualidad de obsceno . Que es grosero en el terreno sexual y escandaliza a una persona u ofende su pudor.
Obscenidad en latín obscenus, significando "repulsivo, detestable" (posiblemente derivado de ob caenum, literalmente "de la basura"). Otra versión dice que obscenus viene de ob (hacia) y scenus (escena) y que significa "fuera de escena", es decir, cosas que no se muestran en una obra teatral, pero uno se las imagina. Fuera de escena podría significar que en la obscenidad no hay actuación, ni es algo que uno finge, sino simplemente la verdad. El amor no debe ser algo obsceno.
Sinónimos de 'obsceno'
libidinoso, lascivo, lúbrico, lujurioso, obsceno, sicalíptico, sensual, impúdico, incontinente, libertino, vicioso, rijoso, erótico, voluptuoso, cachondo, salido, caliente, calentorro, licencioso, calavera, desenfrenado, disoluto, crápula, perdido, basto, chabacano, grosero, burdo, indelicado, ineducado, maleducado, ordinario, patán, rústico, tosco, zafio, inculto, rudo, soez, cateto, paleto, palurdo, vulgar, escabroso, inmoral, inconveniente, embarazoso, incómodo, chabacano, cerril, procaz, irreverente, guarro, obsceno, golfo, verde
Pensemos en esa gente que se escandaliza por ver actos, representaciones del amor. Se pueden escandalizar por la lectura de la "Divina Comedia", o por ver el "Jardín de las Delicias" Eso me recuerda la Santa Inquisición y la lista de libros prohibidos. La religión ha contribuido sobremanera a la represión de los sentimientos, a la condena del acto de procreación cuando no se hace con la exclusiva intención de procrear, sino por puro placer. ¿De qué manera se han sabido amar nuestros padres? ¿Han sabido explorarse bien los mutuos sentimientos? ¿Han podido explorarse bien los cuerpos mutuamente? ¿Se pueden escandalizar de ver algo que para ellos debe ser algo cotidiano? ¿A cuánta gente le ha jodido el cerebro la religión para siempre? ¿A cuánta gente han jodido los curas, de una manera o de otra, para siempre? ¿Son ellos los que deben decir cómo penetrar y ser penetrados amorosamente los unos a las otras? Si uno/a gasta su energía entregándose a las prácticas del sexo, no le van a quedar ganas de entregarse a otras labores menos gratas. De cualquier manera hay personas que no saben disfrutar de lo que Dios le ha dado. Y nuestra manera de amar depende en gran medida de lo que hemos aprendido de nuestros padres en el hogar.
Me asustan esas personas que se escandalizan, bien sea por esa moral eufemista, o por falta de conocimiento, de experiencia, por ver lo obsceno, lo íntimo. Quizá se descubra luego que son adictos a la escoptofilia en solitario, porque su nivel de represión es tan grande que no le permite aflorar sus emociones ante los demás.

Anónimo dijo...

Hay personas que nos escandalizamos de una felación y un cunnilingus y vemos con toda normalidad cómo los políticos se apropian del dinero de todos, para su enriquecimiento personal. En el cine se está viendo normal darse besos y otras muestras de afecto, ya que hace años la censura cortaba estas escenas íntimas. Los más extremos pueden ver películas porno. La literatura, que puede dejar volar la imaginación, tiene poco margen en las 50 Sombras a pesar del éxito que tuvo: a una pareja afectuosamente sana no le aporta nada nuevo en el juego erótico. El éxito sólo revela que la gente quiere saber cómo se comporta la gente en la intimidad. Cómo se comportan los políticos es público y notorio, sus desvergüenzas se muestran en los telediarios y programas al rojo vivo y vemos normal el acaparamiento de los fondos públicos para que el dirigente suprima ayudas a minusválidos, a gente sin medios para una vida digna: eso ya no escandaliza a nadie, estamos tan acostumbrados desde desde que saltó a la fama el hermano de Alfonso Guerra.

Anónimo dijo...

Para los amantes de las estadísticas, se puede argumentar con datos, nuestra capacidad de escándalo por obscenidad. Según leemos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), los españoles nos estrenamos en las relaciones sexuales a los 17 años. Antes de esta edad ya se han visto imágenes explícitas como para que los jóvenes no se escandalicen del desnudo obsceno en solitario, o en compañía. La asignatura pendiente es la educación sexual en la escuela, dentro de la biología y la educación para la ciudadanía. Y no tanto dentro de las clases de religión. La moral entra más en el campo de la filosofía y la reproducción en el campo de la biología. Alguien les tiene que enseñar a algunos jóvenes para qué es eso que les 'pica' en la entrepierna para que no queden embarazadas las chicas con 17 años, por ejemplo. Sexo y riesgo siguen caminando juntos. Sobre todo, entre los jóvenes. A pesar de que la gran mayoría es consciente de los riesgos que conlleva una relación sexual sin protección, algo más del 23% de los seis millones de jóvenes que tienen entre 15 y 24 años considera que no corre peligro alguno de contraer el sida u alguna otra enfermedad de trasmisión sexual. Lo que más preocupa a todos es la posibilidad de embarazos no deseados. Un porcentaje alto de jóvenes españoles (un 39% de chicas y un 40% de chicos) no toma ninguna precaución.
A la cola del placer mundial. Ahí es donde colocan a España las estadísticas sobre frecuencia de coitos (sí, ya sabemos que hay otras formas de placer sexual): 90 al año, es decir, tan siquiera dos veces por semana (1,8, para ser exactos). Es lo que resulta si nos atenemos a una encuesta de proyección mundial que realizó en 2000 la empresa Sheron Scholl Internacional, propietaria de la firma de preservativos Durex, entre 18.000 hombres y mujeres de 16 a 55 años. De acuerdo con ese sondeo, nuestro país ocuparía, entre 27, el puesto 19 en la clasificación, muy por detrás de los más ardientes, Rusia (132), Estados Unidos (122) y Francia (121). Los más jóvenes (hasta 30 años) lo practican más: 121 coitos anuales, 17 por debajo de la media mundial (139). Otra forma de verlo: un 25,5% tiene relaciones una vez por semana, un 25,3%, cada tres días y un 11,3%, cada 15.
Una de las cosas que he aprendido es que los jóvenes están totalmente confundidos en el amor encontrándolo y manteniéndolo. Años de escuchar con cuidado me han enseñado mucho, dice la psiquiatra Miriam Grossman. Escogen bastante mal, y acaban perdidos y dolidos. Los modelos a imitar no deben ser suficientemente maduros. Pero de eso a considerar una representación obscena, hay un abismo.

Anónimo dijo...

Las posibilidades de escándalo están en la mente calenturienta de quien se escandaliza. Cuando te pegas en un dedo del pie; cuando pierdes un tren por solo segundos o envías accidentalmente un email “con copia a todos”, existe una buena posibilidad de que digas un par de obscenidades al aire. Y, la verdad, no hay razón para que te sientas mal si lo haces. Aun cuando decir obscenidades podría eventualmente ofender a algunos, resulta que hacerlo es un hábito bastante saludable. Investigaciones en esta área sugieren que utilizar con frecuencia este tipo de palabras para expresar dolor, podría, involuntariamente, aliviarlo ya sea en su forma física o emocional. ¡Mira que práctico! ETA llegó a matar 829 personas. El 11 de marzo de 2004 mataron en Madrid a 200 personas e hirieron a 2057. Banco Madrid, del escándalo blanqueador a la obscenidad concursal: El juez Carlos Nieto, titular a la sazón del juzgado de lo Mercantil número 1 de Madrid, no puede desconocer lo que cien mil estafados en su confianza por los antiguos gestores de Banco Madrid están sufriendo en sus cartillas y en sus carnes.
Entre ese catálogo de obscenidades, me quedo con las relativas al sexo, sin parafilias, aunque cada cual puede elegir ser sumiso o dominador. Lo que más me sorprende es que algunas personas se escandalicen por representaciones sexuales y no se sorprendan por los malos tratos en la familia, por los abusos de poder, por el mobbing o acoso laboral, por el síndrome de burnout, por los dineros públicos desviados por los políticos corruptos y dejan a ciudadanos sin servicios que les resultan imprescindibles. Me parecen más obscenas las mentiras con las que la religión manipula al pueblo, que las penetraciones sexuales consentidas. Represión contra libertad. La hipocresía no tiene límite. Aunque hay quien hace sus propios códigos de autocensura para evitar censuras exteriores.