La radicalidad (al ir a la raíz) de los nuevos ayuntamientos
está molestando si no soliviantando a personas y colectivos perjudicados por sus decisiones, pero seguro que también remueve conciencias al
cuestionar esquemas mentales con los que tan cómodamente veníamos funcionando.
Se acerca la ceremonia de la entrega anual a los
galardonados con los premios Princesa de Asturias y los nuevos dirigentes del
Ayuntamiento no echarán con delicadez los pétalos para ningún camino de rosas.
Algunos munícipes no sólo no asistirán a la entrega, sino que es estarán entre
los manifestantes que abuchearán a los príncipes y, de paso, a quienes accedan
al teatro Campoamor.
Se creó una plataforma de apoyo a los premios y a través de
las redes sociales estás recibiendo la tierna imagen de Mafalda. Entre tus
amigos remitentes no falta algún moderado, pero el resto milita en la exaltación del
enfado.
Todos los radicales tienen algo de razón al defender sus
planteamientos, pero lo malo es cuando enfrente se encuentran con otros
radicales que también se creen en su derecho a imponer sus teorías, los
fundamentalistas sin ir más allá.
Que desde Asturias se cuestionen los premios te parece de un
quijotismo rayano en la imprudencia. De acuerdo que la monarquía es una
institución de origen poco democrático, aunque haya sido revalidado por el
referéndum constitucional, pero si su nombre, sus actos y algún presupuesto
favorece de alguna forma al pueblo asturiano en general y al asturiano en
particular, es del género bobo tirar piedras contra el propio tejado. Una muestra más del grandonismo astu, o babayada..
Lo peor de todo es recibir a Mafalda mayoritariamente de los
otros radicales y lucirla aquí.
3 comentarios:
Talibanes hay más de los que parece.
Y son los primeros en pedir tolerancia cuando les interesa....
Saluidos.
Si hay que cuestionar la monarquía, que se cuestione. Si algún premiado no lo merece, que se diga. Si hay que tragar con lo uno y lo otro porque los premios se celebran en Oviedo...
Como premios Princesa de Asturias, nodeberían tener subvención ninguna ni del ayuntamiento ni del Principado, sino de la Casa Real y de los particulares que quieran colaborar. Hay gente e Asturias que necesita la parte alícuota de esos premios más que los premiados, porque pasa verdadera necesidad, y eso parece que no le importa a nadie. Estoy a favor de la decisión socialista.
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