2014/02/14

RAJOY ACABA CON ERDOGAN

Como este sábado no vas a poder ir hasta El Fontán para degustar (o deglutir) el pincho de picadillo junto con la inspiradora botella de sidra, adelantas la visita.

Estás leyendo relajadamente el periódico cuando das con una noticia enigmática y polivalente. Aunque se refiere a las actividades de nuestro presidente por el extranjero, consta en las páginas de nacional, pero no es un error, es por realismo: el mundo es nuestro. Seguramente las excursiones de Obama por el globo se plasman también en la sección nacional en la prensa estadounidense porque, no ya América Latina, sino casi todo el mundo es su patio trasero.

Lees el titular y tardas un rato en asimilar su contenido. En principio creíste entender que Rajoy había acabado (físicamente) con el primer ministro turco Erdogan. Y lo hizo nada menos que en un mitin con los islamistas, ahí es nada, seguramente envalentonado después de inaugurar el metro de Ankara. Una jornada triunfal sin duda.

Más tarde te pareció que Rajoy había inaugurado el metro y, quizá perdido en su novedoso mapa de líneas, colores y políglotas símbolos, acabó con sus doloridos huesos y pies en algún punto donde se celebraba un mitin islamista, cual televisivo follonero.

Más tarde te entra la duda de quien inauguró el metro, si Erdogan o nuestro presidente o los dos. También puede ser que fuera Erdogan quien inauguró el metro y, embriagado y descuidado, acudió a un mitin con los islamistas, y allí le tendió una emboscada el taimado Rajoy acabando con él.

Hay más posibilidades, pero seguramente fuiste tú el que te armaste un lío entre la sidra, el picadillo y tu presidente, que de tanto subir y bajar escaleras para despistar, confundió al linotipista y, de resultas, por poco te genera un síncope.

2 comentarios:

La_Nenina dijo...

Mis contactos en tal visita oficial me comentaron la versión idem. Antes era crítico, ahora cada vez menos.

Anónimo dijo...

Bueno ya sabemos que a Rajoy, al igual que aquellos reyes hispánicos de la reconquista, le caen muy mal todos los moros.