Al haber coincidido un año en un jurado de cuentos con un novelista asturiano de cierto renombre y numerosas publicaciones, tuviste oportunidad de intercambiar opiniones sobre la inspiración, las colaboraciones en la prensa y otros asuntos divinos y humanos.
Precisamente al tocar el asunto de las colaboraciones en la prensa, con su colateral faceta económica, enojosa y prosaica ella, mantenía la postura de no tratar asuntos de demasiada actualidad porque si elaboraba el artículo, lo enviaba al periódico, y no lo publicaban de inmediato, corría dos riesgos a cual peor: uno que se lo publicaran tarde, con lo cual sus opiniones podían haber quedado superadas por la actualidad; dos, que no se lo publicaban, con lo que su trabajo no recibía la esperada remuneración. Solución: no escribir sobre materias de actualidad, sino tratar temas intemporales, que ya el periódico buscaría el encaje cuando escasearan los centímetros cuadrados de opinión.
Tú, sin embargo, te ves generalmente incapaz de escribir en abstracto, solamente te estimula el aguijón de alguna esquirla de la vida diaria, de una conversación con un amigo o conocido, de la charla del café, de una observación silenciosa o parlanchina desde la barra del bar, de un penitente que pasa por la oficina, de un correo que recibes, de la musguina con la que te encuentras o que asoma en la pantalla de plasma y te deja plasmau…
Así, a veces vas apilando recortes en una esquina de la mesa esperando próximas ocasión e inspiración, pero el tiempo y el tempo pasan y ya no ha lugar a escribir, por ejemplo, sobre los gastos de representación de los políticos (al hilo nuevamente de los viajes a Madrid de los Alcaldes de Mieres y de Lena), sobre de quién son los historiales médicos y si el cirujano que cambia de clínica se los puede llevar con la disculpa de la reserva ética, o sobre la responsabilidad de los pueblos griego o chipriota mientras vivieron bien a cuenta del descontrol general, o sobre la incongruencia de que los ayuntamientos no puedan hacer descuentos a sus empadronados en los servicios que subvenciona, o sobre las esquelas con cruces y palomas, o sobre los riesgos de la democracia llevada al extremo en una mínima asociación de vecinos, o sobre el imposible cumplimiento de la legalidad esperpéntica en tantos casos de la vida, o…
Cuando estás más inspirado deberías dejar algún artículo intemporal en la reserva, pera cuando el espíritu sople lejos, pero no sabes. Ni siquiera este, que salió sobre la marcha, habiendo tantos asuntos que comentar de la actualidad y de la vida.
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