LECTURA DE LA PRENSA. HABEMUS PAPAM.
¿Cuánto dijo la prensa? Sí, hoy se fijó uno en cuánto dijo la prensa, es decir, en qué porcentaje de páginas dedicó cada periódico a la elección del papa, sin contar la portada. ¿Puede sacarse la conclusión de que hay algunos medios más papistas que otros? En teoría sí, pero veremos si los más papistas dejan de serlo según vaya predicando y actuando León XIV. Ahí va la lista. Además, todos los medios consultados dedicaron un editorial.
- El País: 16 por ciento.
- El Mundo: 16 por ciento.
- ABC: 29 por ciento.
- La Razón: 35 por ciento.
- La Vanguardia: 12 por ciento.
- La Nueva España: 17 por ciento.
- El Comercio de Gijón: 17 por ciento.
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LECTURA DE LA PRENSA. LA OFICIALIDAD DEL ASTURIANO.
Manifestación por la oficialidad en Oviedo, lee uno en la portada de El Comercio. ¿Qué piensa uno al respecto?
A uno le gustaría conocer la evolución de la lengua castellana, de la lengua italiana, de la lengua francesa, de la lengua inglesa, de todas las lenguas. Y cómo las respectivas academias fueron fijando las reglas, cómo estas fueron cambiando a lo largo de los siglos (unas más que otras seguramente), cómo se configuran y reflejan las diferentes variantes. También cómo se valora y considera la distancia entre pronunciación y escritura. Todo eso le gustaría saber a uno, pero solamente alcanza a conocer, y poco, algo de la lengua castellana, y rudimentos muy básicos de alguna otra. De ahí que cuando uno se pone a opinar sobre la oficialidad del asturiano, solo puede compararla con la lengua castellana.
Muchos se pronuncian a favor de la oficialidad y muchos en contra. A uno le gustaría que los contrarios a la oficialidad fueran más respetuosos en las formas y evitaran soflamas y exabruptos, que tienen medio pase cuando se pronuncian en el ardor de un mitin, pero que resultan destempladas al pasar por la imprenta. Habla uno de Vox, claro.
Al pensar en la oficialidad del asturiano, le entran a uno unas dudas cartesianas, posiblemente basadas en meras impresiones o en prejuicios.
No es una duda menor la de las variantes de la lengua asturiana. Sin embargo, uno no hace un caballo de batalla de que a un aparejo en una zona se le llame garabatu y dos kilómetros más allá, angazu, porque todas las lenguas son ricas en sinónimos.
El mayor inconveniente que uno ve está relacionado con la pronunciación. Y aquí tiene que remitirse, a falta de otros criterios, a la comparación entre la lengua castellana y la/s asturiana/s. Por poner un ejemplo muy sencillo, es evidente que muchos andaluces cecean y otros sesean al hablar. Aunque la RAE no es tan estricta en la actualidad como lo fue en épocas pasadas cuando fijaba, limpiaba y daba esplendor, no dará por bueno ver escrito ‘Zeviya’, salvo que se transcriba un diálogo costumbrista. Ni un Cabrera Infante escribiría ‘cuano’, aunque así se refieran aproximadamente los cubanos a sí mismos. Sin embargo, tiene uno la impresión de que en la lengua escrita asturiana se viene admitiendo cualquier variante que se pronuncie, si no en su diccionario o en su gramática (bastante ortodoxos y unificadores) sí en las publicaciones que sofitan la academia o sus miembros. Piensa uno en estos ejemplos, pero hay más: la metafonía lenense, la hache aspirada cabraliega, la diptongación en ‘ei’ o en ‘ou’, la terminación de los femeninos en -as o en -es, la sidra o la sidre, terminaciones en ‘oiru’ o en ‘oriu’, la realización o no del sonido palatal ‘ts’ o ‘l.l’.
Repite uno, aunque resulte cansino: también en la lengua castellana hay variantes fónicas, pero no se trasladan al lenguaje escrito. Sin embargo, parece que en la lengua asturiana escrita se admite todo. Es más, se pretende generalizar y oficializar, de todas las variantes posibles, la más alejada del castellano por aquello de marcar diferencia.
No dice uno de ninguna manera que el asturiano sea un lenguaje inventado, porque hay testimonios de siglos que reflejan una escritura diferenciada del castellano, pero hay términos de nuevo cuño que uno cree que no responden a cómo se escribía tal palabra en el medievo sino a cómo se pronunciaría hoy en el caso de haber seguido las reglas evolutivas del asturiano.
Hay casos que le tienen a uno perturbado, por ejemplo, Ucraína. ¿Hay alguna mención en algún texto histórico asturiano a Ucraína o más bien se eligió ese término por ser parecido al inglés Ukraine y más distante del castellano ‘Ucrania’?
¿Cometió este tipo de pecadillos la Academia de la Lengua Española en sus inicios laminando pronunciaciones? Uno lo desconoce, pero ve la casi uniformidad de la lengua castellana para un territorio enorme y las oscilaciones de la lengua asturiana para un territorio tan modesto, y la mente cartesiana le dice que no puede admitir una lengua con tanta imprecisión.
¿Quiere lo anterior decir que el asturiano no es una lengua? De ninguna manera, porque mantiene singularidades suficientes para considerarla como tal, al menos por parte de muchos lingüistas que uno reconoce y sigue.
¿Qué hacer ante esta duda? Pues seguir una de las máximas de cabecera: prefiero la injusticia al desorden.
No obstante, uno no está cerrado en banda y escucha ofertas.
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LECTURA DE LA PRENSA. LA SALUD MENTAL.
El departamento de Salud Mental del Principado crea equipos para detectar problemas en los colegios. ¿Qué está pasando con la salud mental de niños y jóvenes? Uno hace recuento mental de los niños y adolescentes con los que coincidió en aquellos tiempos y no le salen tantos con la necesidad de apoyo de ahora, por hablar el lenguaje más políticamente correcto posible. Si consiguiera uno entender qué medidas se van a adoptar, a lo mejor aplaudía las acciones previstas, que son estas: “acciones orientadas al mejorar la competencia socioemocional del alumnado”· Además, “serán agentes fundamentales en la identificación y articulación de recursos comunitarios que puedan colaborar en la mejora de la salud y bienestar de la comunidad educativa, con especial atención a las personas o familias más vulnerables”.
Entiende uno mejor al tándem Pablo García/Maxi Rodríguez
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