LECTURA DE LA PRENSA. GESTOS
Dos fotos muy parecidas ilustran una noticia. La de la izquierda es de La Nueva España (el pie de foto explica la noticia), la de la derecha es de El Comercio. Aunque en esta última foto, hasta el paciente haya salido sonriendo, uno se queda con la elegida por La Nueva España, que, además, abrió la edición de Las Cuencas. Cuando uno lo tiene en la familia, las sonrisas menguan.
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LECTURA DE LA PRENSA. LAS HUELGAS Y LA CONTABILIDAD
Este viernes hubo huelgas en el sector ferroviario. La prensa habla de unas cifras de seguimiento que siguen siendo jocosamente dispares y disparatadas. Desde siempre y para siempre jamás. La empresa las cuenta de la siguiente manera: si en la plantilla hay cien trabajadores y tres hicieron huelga, arroja una cifra de un tres por ciento de huelguistas. En esa cifra se cien se computan los que están de descanso, de vacaciones o de baja. Por el contrario, los sindicatos hacen las cuentas de otra forma. Su total, es decir, el denominador son los trabajadores que tienen posibilidades de ponerse en huelga, en consecuencia, no computan los que están de baja, de descanso o de vacaciones porque esos es imposible que se pongan en huelga. Y tampoco cuentan los que tienen carta de servicios mínimos, es decir, que según la contabilidad sindical, el denominador lo forman los trabajadores que tienen posibilidad real de ponerse en huelga ese día, y el numerador los que la ejercitan. En materia de esta contabilidad, uno está con los sindicatos.
En cuanto a las cartas de servicios mínimos uno tiene su opinión, y la tuvo siempre, que afecta a la contabilidad y a los servicios laborales prestados. Reitera uno: la tuvo siempre, aunque no siempre la ejercitó cuando tuvo oportunidad, porque se metió en bastantes charcos y no era cuestión de meterse en todos a la vez. A este respecto uno opina que si el servicio que hay que asegurar es la circulación de un tren o la venta de unos billetes para determinado tren incluido en la lista de servicios mínimos, no hay por qué entregar una carta de servicios mínimos de ocho horas, si con tres cubre las necesidades requeridas (Lógicamente no hay que pagar ocho horas sino tres). En ese caso, un trabajador podría tener una carta de servicios mínimos de tres horas y esas tres horas está obligado a trabajar. Si quiere cobrar el salario completo de ese día debería presentarse a su turno de trabajo completo (pongamos de ocho horas). De esa forma, se respeta su derecho a ponerse en huelga durante cinco horas (si quiere). Un barullo bastante grande para desarrollarlo aquí, así que pasaremos página.
Hablando de huelga, uno cogió un tren de servicios mínimos este viernes de paros. Por cierto, para la web de la empresa, circulaban todos los trenes de Cercanías (de Asturias habla uno). Es desmoralizante (para quien le quede todavía una reserva de moral) que esa situación se repita, sea por el interface de no sé que parámetros informáticos, por no sé qué incompatibilidades entre los programas o por la madre que lo pan con queso. Disculpas de mal pagador, en definitiva.
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LECTURA DE LA PRENSA. LA BARBARIDAD DE BARBATE
Una tristeza y un desasosiego enormes le producen a uno el asesinato de dos guardias civiles en aguas de Barbate. Una pena enorme la desproporción de medios entre los delincuentes y el Estado, lastrado, además, por endémicos problemas organizativos y de personal. De esas fallas enormes se aprovechan los poderosos narcotraficantes. Meses llevaba el alcalde de Barbate sin avistar los medios de control. Dio el aviso y pasó lo que pasó. Eso, sin pensar en algún caso importante de corrupción detrás. ¿Era competencia del alcalde el aviso o tenía que hacer la vista gorda? Nada de lo que ocurra en su término municipal le puede ser ajeno.
¿Qué habría dicho la secretaria del ayuntamiento de Gijón? Viene esto a cuento de una noticia que lee uno en El Comercio: la secretaria pide más rigor en los temas. La noticia precisa que la secretaria echó una reprimenda a los grupos políticos para que no usaran las proposiciones para lucimiento personal y que no utilicen las exposiciones de motivos para pedir cosas que no competen al Ayuntamiento sino a otras administraciones. No es lo de Barbate, pero en general, uno está con la secretaria y su posición.
Entre tanta tristeza y tanto corto plazo, queda siempre algún artículo de opinión que merece la pena, como el de Juan José Millás en LNE. Artículo intemporal, o, al menos, valedero para varios lustros viendo en qué se convirtió el móvil.
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