DE FACEBOOK (8 y 9 septiembre)

Ayer decía uno, casi de pasada, algo de una farola. El portavoz popular de Oviedo Gerardo Antuña, replica a Carlos Fernández Llaneza. Lo que uno opina de ambas cartas lo deja para mañana, pero le produjo una sensación de..., lo dicho, mañana. Hoy prefiere colgar tanto el escrito de Carlos como el de Gerardo y quien tenga paciencia puede leer ambos y sacar conclusiones. Quizá esté ya en imprenta una contrarréplica, pero no tiene uno intención de seguir esos hilos deshilachados que acaban cansando.

Como tantos días, está hoy uno enigmático y hasta un tanto cáustico. Leyó uno este titular de un escritor o escritora y periodisto o periodista (ni una pista o pisto): "La tentación del poder es tratar a los ciudadanos como menores de edad". ¿Está uno de acuerdo con la frase o no, o depende de quien sea el autor o autriz?

Lee uno que el próximo sábado se vivirá en Candamo una recreación histórica de algún episodio de la Guerra Civil, a cuyo efecto (uno no olvida la prosa administrativa) unos voluntarios -asesorados, dicen- cavan unas trincheras. Ve uno en la foto que están cavando las trincheras bastante rectas. En la jornada del domingo le explicaron a uno -y dejó constancia de ello aquí- que las trincheras se trazaban en zigzag para evitar que una bomba afectara a toda la trinchera. Bueno, a lo mejor depende del terreno, de las prisas, o de los diferentes polemólogos.

El músico callejero de Oviedo Pedro Conde, al que se puede ver entonar suavemente sus melodías -sabinescas muchas veces- en en la Rúa o en la calle del Águila, graba un disco de cinco canciones. Hace unos meses, en una entrevista se quejaba de que conocía a mucha gente de vista pero que pasaban de largo sin dejar nada suelto en la la funda de la guitarra. Uno lo tomó como algo personal y desde entonces lava su conciencia alguna vez. Pedro Conde lo agradece siempre.

El Centro Asturiano quiere (¿o no?) ser interclasista, pero a uno le parece que hoy por hoy una exposición de vehículos sobre las Fuerzas Armadas solo lo concibe en clubs de tipología muy determinada, aunque previamente esa exposición se haya visto en la Feria de Muestras de Gijón. ¿Que es una anomalía democrática? Sí ¿Que es una herencia de la dictadura que asocia militarismo y derecha? También, pero no ve uno todavía el final de esa asimilación.

El abogado Germán Inclán, que luce mascarilla de la Legión y tiene encomendada la defensa de unos portugueses investigados por supuesta agresión sexual este verano en Gijón, se queja de la demora judicial de su caso en estos términos: "Las formas sí son importantes en derecho, y si un abogado tiene un problema, y grave, cuando por su negligencia se le pasa un plazo y por ello perjudica a su cliente, sigo sin saber por qué nunca pasa nada cuando son los Juzgados, sus funcionarios, y muchas veces más concretamente los propios jueces o sus secretarios quienes incumplen sus propios plazos". Esas palabras las piensa un abogado de izquierdas y uno de derechas, pero solo los muy decididos se atreven a pronunciarlas. Con ellas ganan un mercado de clientes broncos, pero se arriesgan a que sus intervenciones sean escrutadas con escalpelo por los llamados operadores jurídicos, entre quienes reina un caballeresco fair play.

La escritora Estefanía González afirma: "Mi forma de amar es ponerme en la piel de otros, y es lo que hago al escribir". Dios le perdone a uno una malicia: ¿en la piel, encima, debajo, al lado?. Otra malicia para terminar: ¿el obispo emérito de Solsona junto a qué piel se puso? Dicho sea con el cariño confeso que uno tiene a algún clero.

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Procura uno no reiterar comentarios dos días seguidos de una misma noticia a la que salen colas y secuelas. Si uno comenta una noticia intenta decir de una vez y por todas lo que el hecho le sugiera, anticipándose incluso a lo que pueda derivar días después por partes y contrapartes. El nimísimo caso de la farola le pilló a uno a contrapié. Simplemente la misiva de Llaneza le pareció a uno simpática y defendible. Cuando al día siguiente Gerardo Antuña, el portavoz popular, lanzó su furibunda diatriba, uno volvió a la carta de Llaneza por si la leyera tan rápido que se le hubiera escapado una posible mala baba que destilara del escrito inicial. No encontró uno tal. Es cierto que uno valora con más simpatía personal a Llaneza que a Antuña y ese prejuicio puede predisponer. Uno no lo oculta, pero Llaneza es un disidente, un di-sidente, di-sedente, uno que se sienta cuando otros se ponen de pie o que no se sienta siempre en el asiento previsto. Llaneza no siempre está de acuerdo con su partido, el Partido Socialista. No lo está en cuestiones religiosas y tampoco lo está en la Ronda Norte. Gerardo Antuña le cae antipático a uno, desde sus andares a saltiquinos hasta su apariencia de ratón sobre un queso pasando por su ademán de mirar por encima del hombro, aunque le reconoce una cierta habilidad política. Pese a ello uno releyó su réplica por si pudiera tener razón. Uno desconoce si en su fuero interno Llaneza aspira a ser cronista de Oviedo o si movió algún hilo para ello, tal como asegura Antuña. Sea como fuere, el escrito de Antuña le pareció a uno un exabrupto desmedido, una ráfaga de ametralladora frente a un lance de esgrima.

Lee uno en El País una noticia que previamente desveló un diario riojano: dos bebés, nacidos con una diferencia de cinco horas, fueron intercambiados en el año 2002 por un error humano al haberse equivocado alguien con la incubadora. La noticia dará que hablar en la prensa y a lo mejor en los realities. Por esto último, corre uno el riesgo de no ponerse al tanto de en qué acaba. En principio, el caso se descubrió porque en una disputa familiar sobre el pago de alimentos, alguien pidió una prueba -parece que rutinariamente- del ADN. Y ahí se descubrió el cambiazo. Si lo pidieron porque sospechaban algo. ¿Por qué esperaron tanto?

El País dedica media página de deportes al equipo de futbol femenino del Real Madrid, que aspira a jugar la Champions League. Uno querría saber qué ocurrirá dentro de diez años con estas competiciones femeninas, es decir, si a base de ocupar centímetros cuadrados en la información impresa o minutos en la información audiovisual, son capaces de arrastrar al público y a qué público, o si simplemente esa información de género es un valor en en sí por el que merece la pena apostar aunque no consiga incrementar en número de seguidores o seguidoras. No tiene uno clara la diferencia y las fronteras entre el deporte como sana actividad física y el deporte como espectáculo competitivo que se juega para ganar o para no perder y mantener la categoría. Y qué función han de desempeñar los medios públicos y los privados al informar de esas actividades.

No le tiene uno manía al Centro Asturiano. Si lo cita dos días seguidos es porque sale mucho en la prensa. En este caso se fija uno en una foto que ilustra la cena de más de trescientos comensales en la tradicional cena de los abuelos. A uno le parece que el local es un interior. Uno estuvo mirando si la normativa de mesas y comensales en un centro recreativo de ese tipo es equiparable a la de un restaurante convencional. Algo no le cuadra a uno pero a lo mejor está equivocado.

La propaganda lo admite todo pero ese proyecto del Ayuntamiento de Oviedo de "Comercios con historia" que pretende mostrar a los ovetenses la trastienda de los comercios más célebres de la capital asturiana, o es un juego de palabras o es una tomadura de pelo. No solo es que no sean los siete establecimientos con más historia de Oviedo, sino que alguno están todavía en la primera generación de promotores. Son establecimientos muy dignos, admirables, bien gestionados de momento, en crecimiento algunos, pero no todos tienen historia: ¿Materia Botánica?, ¿Crivencar?, ¿La Casina del Cachopo? y más que se omiten por prudencia.

El covid sigue generando noticias pero uno se fija en lo que se fija. Muchas opiniones son previsibles, como las palabras de la langreana María Neira, directiva de la OMS, que plantó un árbol en un parque de su tierra y declaró en relación con la relajación de medidas: “no podemos vivir en un estado permanente de alerta, de pánico, pero sí con la serenidad que nos da el conocimiento del virus, que cada uno sea gestor y garante de su responsabilidad y de la gente que le rodea”. Eso sí, descartó que esa relajación se pueda realizar, de momento, en los espacios cerrados, “ahí tenemos que seguir con las medidas”. En cuanto a la mascarilla, “le queda poca vida, en los lugares con un nivel tan alto de vacunación, como ocurre en Asturias, podemos pensar en ir sin ella, aunque con cierta precaución en los lugares donde haya riesgo”. FIN. El doctor Acuña, afincado en Gijón, antiguo directivo de la OMS, opinaría lo contrario: las autoridades levantan la mano demasiado pronto. Como Ministros de Sanidad arbitrarían pautas absolutamente contrapuestas. Al final cada uno de nosotros -una vez cumplidas las normas obligatorias, y no siempre- se guía por su intuición, por sus propias creencias, por sus propios intereses sea como consumidor o como comerciante.

La Politécnica de Gijón recupera su plan de alumnos mentores para paliar el abandono escolar. Unos 130 recién matriculados se acogerán al programa. Dicen que hay dudas que no te atreverías a preguntar al profesor. Escribe el periodista (S. F. Lombardía) , con evidente afán clarificador y huyendo del comunicado de prensa que cuando los nuevos matriculados estén más perdidos tendrán previstas tres reuniones presenciales con los mentores antes de fin de año. Uno habría deseado encontrar algún mentor en su quehacer profesional. No siempre entendió uno a la perfección el cotarro en el que se movía, ni los porqués. Pese a ello, se arregló para navegar. A veces tenía, y tiene, dudas elementalísimas, pero ¿Cómo las plantea? ¿Cómo lo deja caer como de refilón en una conversación por si el interlocutor le clarifica conceptos? Pero a lo mejor el interlocutor no osa descender a niveles tan básicos, no vaya a sentirse ofendido su colega.

El columnista Carlos Fernández, habitual de LNE pero afincado en Madrid, se dio una vuelta por las nuevas casetas que sustituirán a los chiringuitos ovetenses. Le dieron tanta tristeza como le van a dar a uno. No piensa acudir a ninguno de ellos por propia iniciativa, así se esté muriendo de sed, pero no hará un feo a un amigo que le proponga tomar algo en uno de ellos. Hace unos días oyó una conversación de refilón mientras se montaban. Alguien decía, "¿Pero qué chiringuitos si parecen las casetas de la feria del libro, todas iguales? A mí no me pillan en ellas". Atinada comparación.

Con motivo del día de Asturias, una serie de Ayuntamientos pagaron una página de publicidad. Sinceramente no dio uno con el mínimo común denominador de todos ellos. A lo mejor simplemente están ahí los que se avinieron a cotizar. Se fijó uno en que todos lucen su escudo menos el de Mieres, que se ilustra con una imagen corporativa. A juzgar por las normas aprobadas por el propio Ayuntamiento, es correcto, aunque chocante. Desde luego, da una imagen de modernidad respecto de los demás. Aquí se descubre y se describe el intríngulis https://sedeelectronica.ayto-mieres.es/.../1/0_4617_1.pdf

Pedro de Silva escribe un largo artículo sobre la Comisión de los 8, ocho juristas que alrededor de 1980 se pusieron rápidamente de acuerdo para redactar las líneas básicas del Estatuto de Autonomía de Asturias. Quiere uno destacar un párrafos del artículo. Hoy sería imposible ese consenso.

La viñeta de las ministras y la foto de Afganistán se comentan por sí solas