Hacía tiempo que querías leer El amor en los tiempos del cólera, la última gran novela que tenías pendiente de García Márquez.
Solamente en las últimas líneas de la obra, brillante, inquietante y original, encuentras explicación cabal para el título, y esa es una más de las genialidades de García Márquez.
Esperabas otro final, despistado por algunas menciones aisladas sobre el cólera soltadas a propósito para intrigar : "Cuando empezó a esperar la respuesta a su primera carta, la ansiedad se le complicó con cagantinas y vómitos verdes, perdió el sentido de la orientación y sufría desmayos repentinos, y su madre se aterrorizó porque su estado no se parecía a los desórdenes del amor sino a los estragos del cólera....Le bastó con un interrogatorio insidioso, primero a él y después a la madre, para comprobar una vez más que los síntomas del amor son los mismos del cólera".
A lo largo de la novela cohabitan unas cuantas historias, no monogámicas, de amor con una pizquita de sexo que se van sucediendo o superponiendo con distintos personajes en un transcurso temporal no siempre lineal. Una frase de la protagonista femenina, Fermina Daza, no se sabe si pensada o pronunciada, sería un buen resumen de la obra y del amor: "Es increíble cómo se puede ser tan feliz durante tantos años, en medio de tantas peloteras, de tantas vainas, carajo, sin saber en realidad si eso es amor o no".
Pobre comentario para cuatrocientas páginas de amor y desconcertantes metáforas.
***
Por cierto, al buscar una imagen para adornar esta entrada, comentar que el soporte físico de lectura fue el corazón traspasado con una pluma, pero la otra portada, el barco en el río, ilustra perfectamente el barco del cólera o el barco del amor o el barco del amor en los tiempos del cólera. Después de la lectura no sabrías decir qué ilustración es más ajustada.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario