PINCELADAS POST-ELECTORALES

Ves un panorama realmente complicado, pero es así la política. No es el momento de proponer reformas en caliente. Llevas escuchando críticas al sistema de reparto d’Hont desde siempre, que si es injusto, que si prima a los mayoritarios…Vemos ahora que con el mismo sistema electoral se abre el abanico de posibilidades.

En cuanto a eso que llaman ‘votar en clave nacional’, es difícil sacar conclusiones generales sobre el motivo del voto de cada uno. Hay quien vota en favor y hay quien vota en contra, hay quien vota al partido y quien a la persona; quien a su ideología y quien al voto útil si estima que el óptimo no obtendrá resultado suficiente. Así y todo algunas conclusiones son de Perogrullo, por ejemplo a nivel nacional el castigo merecido al partido de Rosa Díez. El coraje que la aupó hasta crear un partido y obtener cierto rédito electoral, es el mismo que la llevó a la tumba política, coraje trasmutado en intolerancia. Conclusión: los personalismos si no se democratizan están llamados a caer con la persona. Vale también para Cascos y su Foro. En ambos casos su capricho les llevó a identificar partido y persona, hasta el punto de definir colores (rosa) o siglas (FAC). Lo mejor que hacían sus seguidores es abandonar la política durante unos años en el purgatorio, y volver si quieren después, que tampoco las penas han de ser perpetuas.

El auge de Podemos es intrigante. En elecciones pasadas hubo partidos a la izquierda de IU o del PCE, que fueron meramente testimoniales y raramente llegaron a alcanzar representación. Es posible que la gente los viera como nostálgicos de la dictadura o de épocas todavía anteriores. En materia de partidos radicales hay una excepción: las coaliciones del entorno proetarra, y este es el dato lo  quieres resaltar. Podemos y sus marcas locales crees que van a hacer una política práctica, de hechos, seguramente no perderán el tiempo en  componendas y trámites; donde obtengan poder, actuarán sin desparpajo, estilo Bildu, acción directa, ayudas directas. Ves otro parecido. Podemos se mudó de nombre en abundantes circunscripciones, pero eso no desorientó al elector, que sabía quienes eran, como tampoco despistan los diferentes nombres que con el tiempo fue adoptando Herri Batasuna.

Un comentarista pelín exagerado, Esteban Greciet, dice que Podemos no es el indicativo del verbo poder sino el imperativo del verbo podar. A lo mejor.

En cuanto al ámbito nacional, triste el descalabro de IU y del poeta Luis García Montero en Madrid. No seguiste nada esa campaña y poco más puedes decir. De Madrid no te gusta nada nada la prepotente y peligrosa Esperanza Aguirre, aunque tampoco la forma de descubrir recientemente sus trapos. Igual de poco Manuela Carmena, que no querrías ser juzgado por ella llegado el caso, porque no juzga de acuerdo con la ley, sino de acuerdo con la equidad, con su equidad. Los jueces están acostumbrados a decir la última palabra y a expresarse con desparpajo en sus sentencias, ofendiendo en ocasiones a las partes y a los abogados. Si el aludido protesta, lo expulsan de la sala. Le costará a Manuela Carmena respetar las reglas democráticas, como le cuesta a cualquier juez metido a político.

Yendo a tu tierra, en cuanto a las autonómicas, Javier Fernández (PSOE) y, sobre todo, Gaspar Llamazares (IU) mantuvieron el tipo. Meritorio Llamazares, que no acabó fagocitado por Podemos, como ocurrió en buena parte de las circunscripciones.

En Oviedo, el columnista extremista Javier Neira lleva escribiendo hace tiempo, creías que con exageración, que el próximo alcalde de Oviedo saldría de La Madreña (arrasado colectivo autogestionario si la palabra estuviera de moda) y tiene pinta de ser verdad, ya que Ana Taboada, la candidata de Podemos se fogueó ahí. Por seguir en Oviedo, al Foro de Cascos le votó en 2011 un 20% (al PP entonces un 33%). En estas elecciones el PP obtuvo un 34 % y Somos (Podemos) un 19%. Conclusión: a mucha gente desencantada de los políticos le da igual la derecha que la izquierda. Los candidatos inconscientes y los votantes inconscientes también deciden.

Al comparar los votos de un partido en las listas autonómicas y en las locales, se puede comprobar el carisma o el voto de castigo. Por no extender demasiado la lista, curioso que el candidato de IU en Gijón, Aurelio Martín, que triunfó en unas controvertidas primarias, alcanzó un menor apoyo que el candidato autonómico. Conclusión: el cuerpo electoral no siempre está de acuerdo con los elegidos en primarias.

Entre las declaraciones sensatas que acabas de leer está la del candidato del PSOE de Siero, lista más votada: Mi primera decisión sería organizar un curso para los ediles del gobierno sobre la ley de contratos y las incompatibilidades. Buena idea, para evitar ocurrencias ilegales.

Otra declaración sensata, la del alcalde de Mieres, de IU, que amplió su mayoría anterior y alcanza la mayoría absoluta: Este resultado nos obliga a ser aún más humildes y responsables, no podemos permitir que nos deslumbre. A ver.

En cuanto a los pactos conviene no rasgarse las vestiduras porque entrarán en juego pactos nacionales y autonómicos, con los consiguientes enfados locales. Estaremos preparados para el berrinche y algunas lágrimas de cocodrilo.

¿Qué decir de las dimisiones? El candidato que haya sufrido un descalabro debería dejarlo, pero solo en ese caso; el resto que se mantenga a las duras.

Por último, a lo mejor tienes un pariente de alcalde por IU en Castejón (Navarra). Suerte, aunque de momento la necesitará más como presidente del comité de Trenasa.