Además de ser el título de una película, originariamente es una pequeña novela de tono menor de Gonzalo Torrente Ballester, que leíste en estas pasadas vacaciones de Semana Santa.
¿Cómo llegó a tus manos? Ni idea, porque resulta ser el tomo 12 de las Obras Completas de Torrente, pero solamente tienes ese número. No recuerdas que sea un regalo, por lo que te inclinas por la hipótesis de un obsequio de librería al comprar algún libro un 23 de abril. Las casualidades dan lugar a lecturas insospechadas y de relleno.
Seguramente habrías visto la película pero como no te acordabas de nada (tu memoria cinematográfica es nula), la leíste como novedad.
Lo que más te llamó la atención de la obra son varias páginas en las que el asturiano Trasgu toma protagonismo para convertirse ni más ni menos que en demonio, al que llama el Maligno. Sin duda, una inspiración proveniente de su etapa como profesor de instituto en La Felguera.
En el mismo tomo, se incluye “Filomeno, a mi pesar”, con coma incluida, exceso que aprecias en demasía en la Crónica del rey pasmado. Quedará para el verano o para más adelante.
Al servicio de quien me quiera: Porque sí y porque sé
Hace 15 horas
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