Leías el martes algo que te pareció un publi-reportaje sobre el nuevo párroco de San Juan el Real. Díos te libre de ningún pecado de pensamiento, palabra, obra u omisión mientras siga dando cancha, como el anterior, a tu coro aunque estés en excedencia.
Hace un año llegaba un nuevo párroco, Francisco Javier Suárez, que descendía de las alturas del Cristo de las Cadenas a la más terrena y golosa, dicen, parroquia de San Juan. Como es tradición en cualquier institución conservadora, fue recibido desde con reticencias hasta con airadas cartas-protesta al director. En este reportaje del triunfador Francisco Javier (tiene andares así), parece que quedaba en el olvido su antecesor, Álvaro Iglesias de porte imponente, trasladado a Gijón, que se daba a entender que hubiera vivido de las rentas (espirituales) del anterior, Fernando Rubio.
http://www.lne.es/oviedo/2013/12/03/nuevos-aires-san-juan-real/1509281.html
Debieron ponerse en marcha las mediáticamente muy bien engrasadas huestes gijonesas de don Álvaro porque este viernes veía la luz otro publi-reportaje, en este caso sobre el nuevo párroco de la iglesiona de Gijón, o parroquia del Sagrado Corazón. Todo son parabienes para don Álvaro.
http://www.lne.es/gijon/2013/12/06/iglesiona-imprime-caracter/1510829.html
Acertó, pues el Obispo (y seguro que en la parte que le afecte, su auxiliar Juan Antonio, con quien coincidiste en prudente y comedida cena hace unos días, pero todavía no habían cocinado estos reportajes y no hubo preguntas) en los movimientos del Cristo a San Juan y de San Juan a la Iglesiona. Para que todo sea armonía celestial falta el reportaje encomiástico sobre el renovado párroco del Cristo de las Cadenas, Julián Francisco Herrojo Rodríguez.
Estaremos atentos a que se complete la trilogía.
2013/12/07
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