2024/11/16

Libro DEL FOLKLORE ASTURIANO. MITOS, SUPERSTICIONES, COSTUMBRES. De Aurelio de Llano Roza de Ampudia.

Leyó uno este libro básico para conocer las materias que se detallan en el mismo título. Lo prologó en 1922 Ramón Menéndez Pidal, que da unas pistas de lo más destacable que se puede encontrar en su contenido, por ejemplo esto:

-          Que el autor no encontró persona alguna de las cientos con las que se entrevistó a lo largo y ancho de Asturias, que hubiera oído hablar de personajes mitológicos como el Busgosu, el Sumiciu, los Espumeros, los Ventolines, las Lavanderas, la Guaxa o las Ayalgas.

-          Cómo llegó a tiempo de dar con los últimos asturianos que vistieron el traje varonil con el calzón corto y la montera picona. Habla de seis u ocho ancianos a los que vio de esa guisa.

-          Valora la descripción de los mitos y las costumbres, pero llama la atención sobre el frecuente error de considerar que son peculiares y exclusivos de una región, cuando lo cierto es que existen en otros numerosos lugares. Incluso lo que es local y exclusivo puede serlo por haber desaparecido en otras latitudes. Menciona entre ellas a nuestras queridas Xanas. Insiste en que un estudio que aspire a ser histórico y teórico debe extenderse a regiones diversas para poder efectuar comparaciones.

-          En consecuencia, el autor se dedicó a recoger material más que a teorizar.

 Aurelio de Llano habla de la necesidad de inspirar confianza al aldeano hablándole en su lenguaje, para lo que es imprescindible conocer esas particularidades. En este aspecto, cuenta lo difícil que le resultó dar con términos asturianos porque el aldeano procuraba hablar en castellano ante los extraños.

La descripción de los diversos personajes mitológicos, tanto los más tradicionales, como los de reciente invención, es muy detallada.

Como curiosidad, en el capítulo del Nuberu, recoge un conjuro para disipar la niebla escuchado en Llanos de Somerón en 1918;

Escampa, borrina, escampa,

debajo p’arriba

por toda la Vallina

que ahí viene San Juan

con el caballo ruán

la perrina falduda

y la Virgen que la ayuda.

 

Del cuélebre cuenta, por ejemplo, que es una serpiente alada que custodia tesoros y personajes encantados. Vive en los bosques, en las cuevas y en las fuentes de gran cavidad subterránea. Ataca a las personas y a los animales; la escama es tan dura que rechaza las balas; únicamente se le puede dar muerte hiriéndole en la garganta. Bastante alejado, en definitiva, de la popular letra de Víctor Manuel, que, sin embargo, es la que está llamada a perdurar en el imaginario popular porque la letra más que con sangre entra, con música entra.

Para darse cuenta de la mojigatería de muchos intelectuales de la épica a la hora de reflejar la realidad, baste pensar que no escribieron la palabra ‘mierda’ en algunas poesías, sino que la transcribían como “m…”, por ejemplo al recoger esta jaculatoria contra el diablo burlón:

Jesús, María y José,

si eres el diablu

de ti reniego;

mal añu pa ti,

doite m… de gatu negru,

la cruz te fago

veite pa las peñas de Fontoira.

 

Por cierto, que la combinación de los mitos de la mañana de San Juan y de las Xanas dio lugar a una de las canciones más tiernas del folklore asturiano: La flor del agua. https://www.youtube.com/watch?v=3LhvrcZuxQ4

En el capítulo de las supersticiones una de las más crudas fue la de un ganadero que cada vez que subía al monte a ver sus vacas se le moría una. Consultó el caso con un amigo, que le dijo que tapara un ojo cuando las fuera a ver, porque en uno de los ojos tenía el mal. Como miró una con un ojo tapado y después con el otro, al descubrir que se le había muerto una vaca que había mirado con uno de los ojos, se lo sacó con un punzón porque ahí estaba el mal.

Cuenta el autor que en Caravia vio una piedra en un establo porque el dueño creía que la vaca que concebía en su presencia paría hembras.

Al hablar de las costumbres, concretamente del traje asturiano, que detalla profusamente,  lanza la hipótesis de que la montera picona semeja las picudas montañas asturianas, que apuntan al cielo.

Curioso que el mozo soltero, no el casado, en las romerías llevara colgada del hombro la chaqueta de paño, lo que dio lugar a una letrilla:

El galán que está en el baile

parece que está casado

que no quita la chaqueta

aunque se halle acalorado.

El autor describe muchas costumbres de cortejos, prenupciales y nupciales, por ejemplo, el cantelo del tchoru (lloro) en el occidente astur. El cantelo es una torta que después del banquete reparten los novios entre sus vecinos, a la vez que les dan un sorbo de vino. El lloro es porque al final del banquete, la novia llora al salir de la casa paterna.

En la época del autor pervivía la costumbre de correr el gallo: los niños daban diez o quince céntimos al maestro para comprar un gallo y se entretenían después corriendo detrás de él. Cuando el gallo quedaba sin fuerzas lo colgaban de un árbol y un niño con los ojos vendados intentaba cortarle la cabeza con una espada de madera, hasta que lo conseguía.

¿Y esta letra de la Virgen de Covadonga? A saber si es la más auténtica.

La Virgen de Covadonga

e pequeñina y galana

aunque bajara del cielo

el pintor que la pintara.


Simpáticas algunas letras:

He tenido atrevimiento

de coger la pandereta

como aquel que coge un libro

sin conocer una letra.

2024/11/15

LECTURA DE LA PRENSA. DEL 7 AL 10 DE NOVIEMBRE

 LECTURA DE LA PRENSA. MÁS VUELTAS, MÁS MASCADO.

Relee uno el artículo 12.4 de la Ley valenciana 13/2010, de 23 de noviembre, de Protección Civil y Gestión de Emergencias, que establece lo siguiente: “Cuando la situación de peligro o los daños ocurridos por su especial extensión o intensidad particularmente graves, y en tanto no sea declarado por el Estado el interés nacional o uno de los estados previstos en el artículo 116 de la Constitución, el presidente de la Generalitat podrá declarar la situación de emergencia catastrófica”. Se detiene uno en el 'podrá'. ¿Podrá o deberá? La ley dice ‘podrá’ pero hay facultades que se convierten en deberes, porque si quien puede poner en marcha una actuación imprescindible, no la ejecuta, es responsable por omisión. Por otra parte, si en opinión de la comunidad autónoma, por la gravedad de la situación fuera el Estado quien tuviera que declarar el interés nacional de la situación de peligro, pero no la ejecuta, ¿le vale quedarse de brazos cruzados entendiendo que es el Estado quien debería actúa? No. El ‘podrá’ equivale a un ‘deberá’.
Por su parte, esto es lo que establece la norma nacional, es decir, la Ley 17/2015, de 9 de julio, del Sistema Nacional de Protección Civil.
"Artículo 28. Definición.
Son emergencias de interés nacional:
1. Las que requieran para la protección de personas y bienes la aplicación de la Ley Orgánica 4/1981, de 1 de junio, reguladora de los estados de alarma, excepción y sitio.
2. Aquellas en las que sea necesario prever la coordinación de Administraciones diversas porque afecten a varias Comunidades Autónomas y exijan una aportación de recursos a nivel supraautonómico.
3. Las que por sus dimensiones efectivas o previsibles requieran una dirección de carácter nacional.
Artículo 29. Declaración.
En los supuestos previstos en el artículo anterior, corresponderá la declaración de interés nacional al titular del Ministerio del Interior, bien por propia iniciativa o a instancia de las Comunidades Autónomas o de los Delegados del Gobierno en las mismas. Cuando la declaración de emergencia de interés nacional se realice a iniciativa del Ministerio del Interior, se precisará, en todo caso, previa comunicación con la Comunidad Autónoma o Comunidades Autónomas afectadas, por medios que no perjudiquen la rapidez de la declaración y la eficacia de la respuesta pública”.
Es decir, que son emergencias de interés nacional las que precisen la declaración del estado de alarma. Vamos ahora a lo que establece la Ley Orgánica 4/1981, de 1 de junio, de los estados de alarma, excepción y sitio.
"Artículo cuarto.
El Gobierno, en uso de las facultades que le otorga el artículo ciento dieciséis, dos, de la Constitución podrá declarar el estado de alarma, en todo o parte del territorio nacional, cuando se produzca alguna de las siguientes alteraciones graves de la normalidad.
a) Catástrofes, calamidades o desgracias públicas, tales como terremotos, inundaciones, incendios urbanos y forestales o accidentes de gran magnitud”.
Nuevamente topamos con otro ‘podrá’, es decir, que aunque esta ley esté pensando expresamente en las inundaciones como un caso de declaración del estado de alarma, no obliga a declarar el estado de alarma. Tiene su lógica en este caso porque no es igual una inundación de diez centímetros, que una de metro y medio. Pero a la vista de lo que se iba sabiendo, es otro ‘podrá’ que tendría que ser un ‘deberá’.
En definitiva, tenemos dos autoridades que podían haber declarado la emergencia y no la declararon, el Estado nunca, la Comunidad tarde y mal.
En resumen, ¿quién pecó más? En opinión de uno la Comunidad Autónoma, que pecó por acción (tardía) ya que en ningún momento trasladó que actuaba por la dejación de funciones del Estado, es decir, que entendió que la declaración de la emergencia era competencia de la Comunidad Autónoma. El Estado pecó solamente por omisión porque pudiendo (y debiendo) haber actuado, no actuó. En cualquier caso es curioso que sean del Estado la mayor parte de los medios que se ponen a disposición y que estén bajo el mando político de la Autonomía.
Va también un apunte fotográfico sobre los medios humanos, que resumen que el hombre se compone de razón y emociones, y ambos intervienen de distinta forma a la hora de acometer una emergencia.
Apunte: que haya sido un indignado sin filiación política el que dio el palo al presidente, no le beneficia en nada (al presidente).
Fin, de momento, y vamos a otra cosa.
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ELECCIONES USA. ¿Por qué la demócrata Kamala Harris no llegó a la mitad de los votos?
Para el País, el partido republicano logró un apoyo decisivo de latinos, mujeres y no universitarios.
Para el Grupo Correo, la clase trabajadora, los latinos, los negros, los árabes y los jóvenes respaldaron a Trump.
Según La Razón los estados más tradicionales eran reacios a elegir a una mujer y negra como presidenta. La equidistancia con la guerra de Gaza y la herencia económica supusieron un lastre para sus votantes.
Para 20 minutos, las mujeres, el mundo rural y la comunidad latina dieron la espalda a Kamala.
Para El Mundo Trump mejora drásticamente su imagen entre los latinos, negros y árabes, lo que supone un cambio de bando histórico de las minorías.
Según ABC los demócratas sufren una sangría de voto negro, hispano y femenino.

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LECTURA DE LA PRENSA. LOS BULOS, EN PARTICULAR EN FACEBOOK Y EN LOS GRUPOS DE WHATSAPP
Todos estos días la prensa viene refiriéndose a los bulos. Hasta el rey intervino ante la airada multitud embarrada.
A uno le molestan tanto los bulos que vienen por la izquierda como los que llegan por la derecha. Ocurre, sin embargo, que estos días proliferan los de la parte derecha del electorado, que no se conforma con lanzar el bulo, sino que suele señalar al gobierno central como responsable máximo, si no único, de la desgracia de Valencia. Es posible que en los grupos valencianos se descargue la bilis sobre Mazón (lógicamente uno no está en ellos) pero a nivel nacional Mazón no es nadie y no se le tiene inquina en los grupos 'nacionales' o asturianos en los que uno participa. A Sánchez, sí. La izquierda tampoco se libra, más que de los bulos, por ejemplo, de las mofas por la colaboración de la Iglesia ante esta catástrofe. Para tener una idea de su aportación se puede teclear en google "iglesia inundaciones valencia" y algo sale, aunque sea publicado por medios allegados al sector religioso. Bulos y bromas de mal gusto son comportamientos irresponsables y miserables.
Vayamos primero con Facebook. Uno tiene amigos que cuelgan bulos en sus muros personales, que son jaleados por quienes comulgan con sus ideas, pero, por la buena marcha del negocio, no suelen ser contestados por la parte discrepante. Ocurre ante esta desgracia y ante cualquier cuestión de trascendencia política que se publique en el muro. Si se es demasiado ingenuo, el titular del muro puede pensar que está acertado al recibir más aprobaciones que desaprobaciones a su aportación. Salvo en ocasiones flagrantes que a uno le sacan de sus casillas, uno se inscribe en el sector silente y un tanto cobarde que prefiere callar por la buena marcha del negocio, aunque siempre cabe la posibilidad de desmentir ese bulo en el muro propio, que es lo que se hace hoy con tres ejemplos.
También se lanzan bulos por los grupos de WhatsApp. En este caso, más que a la estulticia, uno lo achaca a la poca educación, a no saber comportarse. Hay grupos de WhatsApp de lo más heterogéneo. Uno, como tanta gente, está en varios, en unos predominan los mensajes de la izquierda, erigidos sus emisores en portavoces del grupo, ante los que el resto calla (como en Facebook, por la buena marcha del negocio aunque maldita la gracia que le hacen). En otros quien predomina hasta hacerse voz única es la derecha. Tampoco se les lleva la contraria, y pueden estar tentados a pensar que los silentes aprueban sus proclamas. Lo que se consigue es el enrarecimiento del ambiente, la desafección y el abandono de los grupos. Si no se abandonan es por la esperanza de que en algún momento aquello se enderece. Uno es pesimista ante esa eventualidad.

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LECTURA DE LA PRENSA. CARACTERES
¿En quién pensamos cuando hablamos de un lisonjeador, de un hablador, de un zafio, de un complaciente, de un cínico, de un locuaz, de un fantástico, de un hombre (o mujer) sin escrúpulos, de un avaro, de un extravagante, de un inoportuno, de un solícito, de un estúpido, de un bruto, de un supersticioso, de un descontento, de un desconfiado, de un repugnante (no de un repunante), de una persona molesta, de un vanidoso, de un tacaño, de un jactancioso, de un orgulloso, de un pusilánime, de un dominante, del un rezagado, de un maldiciente, de un aprovechado sin vergüenza?
Todos estos caracteres los describió Teofrastos, un griego que murió, para que nos hagamos una idea, en el año 287 a. C.
¿Dónde encuadramos a Trump? Lee uno en La Vanguardia que demócratas y republicanos se preocuparon más por ganar a los influencers y a los gestores de las nuevas plataformas digitales que a los tradicionales medios de masas. Llora La Vanguardia, por la parte que le toca, al afirmar que el público tiene hoy más ofertas informativas que nunca, pero mayor cantidad no equivale a más calidad. Está uno de acuerdo, pero, a lo que íbamos. ¿Qué es Trump? Podría ser un zafio, o un bruto, entre otras cosas.
España debe ser un país más atrasado que los Estados Unidos y confía en el poder de la tradicional televisión. Eso explicaría que nuestro presidente no ordenara suspender el famoso pleno en el que trataba del Consejo regulador de RTVE cuando la riada estaba asolando la provincia de Valencia. Por no cargar demasiado las tintas de barro, ¿podríamos decir que Sánchez es, siendo generoso, un inoportuno?
Y explicaría la comida de Mazón ¿Qué carácter asignamos a un personaje así, que con la que estaba cayendo, mantuvo una comida con una periodista para ofrecerle dirigir la televisión pública valenciana? Pongamos que un estúpido. O un pusilánime.
¿Y ese jefe de antiblanqueo de la policía que se llevó veinte millones donados graciosamente por esos supertraficantes a los que tenía que perseguir? Un aprovechado sin vergüenza.
¿Y de uno mismo, que calculó mal el tiempo de antelación con el que había que presentarse a una visita teatralizada de la Regenta frente al teatro Campoamor? Estaba anunciado que comenzaba a la una de la tarde y que cogerían sitio los primeros veinticinco. A las doce y cuarto ya había cincuenta personas a la cola. Siendo benevolente con uno mismo, pongamos que sería un rezagado.
Por aprovechar ese hueco de la mañana que quedaba libre visitó uno una original exposición pictórica de Elena Rato en la Universidad. Se fijó uno especialmente en el cuadro 'Hombre con calcetines rojos'. Otros, u otras, mirarán otras partes del cuerpo o de lo que falta. ¿Podría ser Elena Rato una fantástica?
La cultura sidrera supera el penúltimo escollo para ser patrimonio de la humanidad, tal como informa El Comercio, que ilustra la noticia con una foto en la que uno intuye a Don Pelayo al fondo como el primer escanciador de la historia. ¿Qué sería Don Pelayo? Pongamos que un extravagante.
Por cierto, ¿por qué le dio a uno por leer a Teofrasto tal día como hoy? Porque escuchó una noticia por la radio que hablaba de una nueva traducción de la poesía de Anacreonte. Y buscando por casa las poesías de Anacreonte dio con Teofrasto (o Teofrastos) y su obra ‘Los caracteres’.





2024/11/10

LECTURA DE LA PRENSA. DEL 1 AL 6 DE NOVIEMBRE

 LECTURA DE LA PRENSA. PASANDO PÁGINA(S)

De las inundaciones ya dijo uno todo lo que tenía que decir, de momento, así que pasamos página y repasamos las páginas de algunos periódicos.
Tenía uno interés hoy por dos conferencias anunciadas en el Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA), una para las 18:30 y otra para las 19:00. En principio era creíble que la primera pudiera durar treinta minutos porque se trataba de una conferencia introductoria a unas jornadas. Lo cierto es que la interesantísima charla del historiador Moradiellos se prolongó hasta más allá de las 20 horas, y lo de la toponimia pasó a mejor vida. Espera uno que los programadores del RIDEA no se atrevan a criticar la programación de los horarios de los ferrocarriles.
En los programas y en las tripas del ordenador del teléfono móvil del fiscal general del Estado entra a saco la Guardia Civil por orden de un juez del Tribunal Supremo. Gráficamente señala El Mundo “García Ortiz abre en canal al Estado y lleva al límite a la Fiscalía”. En esta controversia, que veremos en qué termina, uno solamente tiene que decir que los poderes del Estado (y ahora piensa en la fiscalía) tienen que alcanzar los fines previstos respetando la legalidad. Los delincuentes (vamos a pensar que el novio de Ayuso lo es, porque admitió delitos) pueden utilizar cualquier artimaña, pero los poderes públicos están obligados a jugar limpio, aunque estén en inferioridad de condiciones a corto plazo.
Otro que está siempre al límite es Jorge el de Ilegales, que anuncia videoclip y nuevo álbum. ¡Mira qué buena ocasión para que uno cuelgue aquí la peculiar felicitación que el histriónico Jorge mandó a Serrat por su galardón asturiano! Jorge ye así, o asina. https://x.com/IlegalesRock/status/1849352345349497010...
Uno está entre los 600 millones de personas que en el mundo hablan español (uno tiende a decir castellano, pero en este caso pone ‘español’ porque así lo indica el dato del Instituto Cervantes). La noticia es que otro informe con algún criterio distinto rebaja la cifra a 591 millones. La diferencia, en términos relativos, es escasa. No sería ni noticia. Se trata de una diferencia de un 1,5 %. Si se computaran los hablantes que en el mundo parlan asturiano, ¿cuántos saldrían con un criterio A o con un criterio B? Es posible que para unos lo hablen un millón de personas, y para otros, dos mil quinientos. Está claro el porqué: cuando se habla de castellano o español uno sabe a qué se refiere, pero cuando se habla del asturiano o bable, los contornos están dibujados con la técnica del sfumato. Sigue dándole uno vueltas a esto del asturiano. Continúa el suspense.
Ojalá la noticia de que Hezbolá rebaja su dialéctica y aboga por alcanzar un acuerdo con Israel, después del tiempo de suspense que haga falta, cristalice en una paz duradera.
En suspense sigue uno pensando qué estrategia de defensa seguirá Íñigo Errejón para defenderse (legítimamente) de las acusaciones formuladas contra él e indiciariamente reconocidas. ¿Reconocerá su culpa como un corderín? ¿Alegará, como suele ocurrir con los agresores sexuales, que las relaciones, o lo que hubiere, fueron consentidas? ¿Lo dejará todo en manos (lavándose las suyas) de un (perverso) abogado, ¡y ya se sabe cómo son los abogados!? Está uno realmente intrigado. Tan estudioso Errejón de la dialéctica hegeliana y de la terminología marxista, uno espera que de resultas de ese pleito salga un avance aplicando la tesis, la antítesis y la síntesis. La tesis sería el viejo derecho que reconocía la presunción de inocencia a todos los acusados de un delito, incluidos los que atentan contra la libertad sexual. La antítesis sería la atmósfera creada alrededor del “solo sí es sí”, abreviando, algo así como la presunción de culpabilidad del agresor, o al menos, la aplicación de la inversión de la carga de la prueba, es decir, que no tiene que probar el delito quien acusa, sino que tiene que probar su inocencia el que se defiende (del delito, no de la agresión). La síntesis sería una nueva tesis, a saber, una teoría más equilibrada que promedie entre las tesis iniciales y las exageradas antítesis.
En este entretenido juicio de Errejón no se hablará seguramente de tesis, antítesis y síntesis, pero sí de los usos y abusos del anonimato. Ya está saliendo esto muy largo, pero uno se fijó hoy en dos noticias de El País, una se refiere al atractivo de relatar la violencia sexual en las redes en lugar de denunciar, lo que responde a distintas necesidades de las víctimas. En otro orden de cosas, Alex Grijelmo llama la atención contra los abusos del anonimato, aunque no se refiere en exclusiva al caso Errejón. Por cierto, que tratando de ilustrarse para otra noticia de la que iba a hablar dentro de unas líneas (que se suspende, como la segunda conferencia de hoy, por el exceso de longitud de lo visto hasta ahora) visitó uno el gabinete de prensa de la Guardia Civil y se encontró con la posibilidad de presentar denuncias anónimas. ¿Por qué, entonces, crear un anónimo o una identidad ficticia en las redes, y no utilizar ese canal de la Guardia Civil? ¿Por desconfianza? ¿Porque no les resultará difícil saber quién soy? Seguramente. https://www.guardiacivil.es/es/colaboracion/index.html
No sabe uno si son anónimos o tienen nombre y apellidos los homenajeados de una noticia/anuncio que uno encuentre en el ABC, y son “los actos conmemorativos del 88 aniversario del gran holocausto de Paracuellos de Jarama. Caídos por Dios y por España ¡Presentes!”. Varias misas incluidas, claro. No se refirió expresamente a ellos el historiador Moradiellos en su conferencia, pero sí habló del nacionalcatolicismo, como un rasgo diferenciador del régimen franquista, en relación con otras dictaduras fascistas.
Sobre lo que se sabe y no se dice, un interesante artículo en El País de Eva Güimil. Uno destacó con una elipse la moraleja, pero todo el merece una lectura.
En otro orden de cosas, encuentra uno una idea interesante en El Comercio, concretamente un artículo de Francisco de Borja, profesor de Filosofía, en un artículo titulado “Defensa de la burocracia”. Suele creerse, con razón, que cuando se habla de calidad, se habla de burocracia, y es cierto, pero advierte sobre un aspecto a considerar y es que no se puede traslocar (sic) la calidad en formalismos, y no hay que confundir calidad con objetividad. Señala cómo los protocolos y los formalismos pueden aumentar la objetividad, pero no la calidad. Para reflexionar.

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LECTURA DE LA PRENSA. CONTRADECIRSE
Contra lo medio prometido y medio pensado, vuelve uno a hablar de la DANA caída sobre España. Sobre España, dice uno, pese a que la prensa nacional concreta y se refiere a Valencia o al Mediterráneo. Sobre España cayó la DANA si se lee la prensa internacional. Sobre España cayó la DANA de la controversia política también, pero posterga uno esto, para fijarse en otras noticias, inconexas entre sí, que le llamaron a uno la atención al leer la prensa del día.
Es el día de Todos los Santos y de visitar cementerios. Se hizo lo propio. Como uno echó una ojeada a primera hora a El Comercio, se fijó en una columna firmada por la escritora, periodista y socióloga Verónica García-Peña, que se refiere a los tocones y babosos, si es que no son lo mismo a juzgar por el artículo. En el cementerio hay tiempo para corrillos y saludos y uno se fijó en los tocones, pero también en las toconas. Como uno no conoce a todo el mundo, en ocasiones tuvo que preguntar a la legítima: “Oye, ¿aquella de verde tiene algo con el de la camisa de cuadros?” “Sí, son primos”. “Es que le tocó”. Ah, bueno, entonces es legítimo el toque. Pendiente de posibles tocones, toconas, babosos y babosas, no se percató uno de qué trataron las lecturas.
Hablando de tocar, toca una noticia referente a los Estados Unidos pero seguramente trasladable a nuestro caso, de que quienes crecieron con las restricciones de azúcar de la Segunda Guerra Mundial tuvieron menos diabetes y menos hipertensión. Titula gráficamente: Los niños del racionamiento fueron adultos más sanos.
Otra noticia curiosa la encuentra uno en la prensa económica, que se refiere al boom de los trasteros: ¿solución o parche a la falta de espacio en casa? Un trastero es un anexo muy necesario, pero algunas viviendas no cuentan con él. Es posible que, si las características de la vivienda, en los demás aspectos, se ajustan a las pretensiones del comprador, se obvie la falta de trastero, pero es un elemento que debería ser obligatorio y las autoridades competentes en la materia debería regularlo en ese sentido. Hay otros elementos innegociables que decide el constructor, y el comprador no tiene más remedio que tomarlo o dejarlo. Además del trastero, una regulación de las características de los espacios comunes es imprescindible porque cuando vas a comprar no puedes negociar que en el rellano de los pisos se indique en qué piso está el ascensor (si hay dos) para llamar al más próximo. O la obligatoriedad de que sean exteriores al menos la mitad de los huecos de las viviendas.
Pasmado se queda uno ante la noticia publicada en ABC que indica que se cobran hasta cincuenta euros a los acompañantes por dormir en la butaca de algún hospital público catalán. Concreta que en Hospital Clínic pasar la noche en un sillón articulado cuesta cincuenta y cuatro euros y el Espíritu Santo cobra cincuenta euros por cama.
Curiosa apreciación la de La Vanguardia en relación con las elecciones en USA. Dice que si las mujeres mienten, ganará Harris, y concreta que muchas estadounidenses ocultan su intención de voto al marido trumpista, lo que genera sondeos equívocos.
A esas elecciones se refiere, uno cree que equívocamente desde el punto de vista gramatical, la portada de El País cuando afirma tal que esto: “El discurso contra la inmigración de Trump permea a los demócratas”. Permear es un verbo transitivo cuando se refiere a líquidos, e intransitivo cundo habla de ideas, aunque sean ideas líquidas. Pero dejando de lado esa tontería lingüística, la redacción está más clara en las páginas interiores: “La línea dura de Trump en inmigración contagia a los demócratas. La llegada de decenas de miles de inmigrantes de extranjeros de forma irregular a ciudades como Nueva York o Chicago endurece el discurso de Harris y sus colaboradores”. Por casualidad, buscando otra cosa, leyó uno Cinco Días, del mismo grupo editorial de El País, que da este titular: “La línea dura contra la inmigración irregular de los republicanos en EEUU arrastra a los demócratas. La llegada de decenas de miles de extranjeros a grandes ciudades ‘azules’ como Nueva York, Denver, Chicago o Boston ha acercado el discurso de los dos partidos”. El paralelismo es evidente, lógico si se comprueba que ambas noticias las firma el mismo corresponsal, María Antonia Sánchez-Vallejo, pero lo más sorprendente de todo es que el contenido del artículo no es ni el mismo ni parecido, es decir, que de una materia prima muy diferente salió un titular similar claramente decidido por el grupo.
De cómo una noticia se puede concretar o difuminar territorialmente es un ejemplo el observado hace unos días, que uno no comentó en su momento por la urgencia de otras noticias, y es que gracias a la colaboración ciudadana (entiéndase chivatazo) la Guardia Civil desmanteló una notable plantación de marihuana en Llanera. La noticia detallaba el impecable trabajo de la benemérita, pero por más que uno miró arriba y abajo, no encontró ni por aproximación dónde se podía ubicar tal finca. ¿Aportaba algo a la noticia? Sí, claro. Y si no lo aporta, que tampoco se publiquen datos concretos de intervenciones similares. Por cierto, la noticia la firmaba Paula Tamargo, recientemente ascendida en el periódico, o sea que es un modelo de noticia a seguir. No debe ser, en consecuencia, motivo de imitación otra noticia publicada en el mismo medio a los pocos días que detallaba el no menos brillante trabajo de la Guardia Civil que descubrió cómo en una zona del concejo de Lena el arrendatario de un bar era el autor de un incendio provocado para cobrar un seguro. En este caso, no hablaba genéricamente de Lena, sino que detallaba que era en Pajares. Está claro que se refería al Ruchu, aunque no lo mencionara. Todo el mundo ve las ventanas quemadas cuando baja el puerto. El redactor lenense, Manu Ibáñez, no mereció ascenso. Por informar. Tiende uno a pensar que se premia al des-informador.
El historiador Julius Ruiz, con motivo de la publicación de un libro sobre nuestra guerra, publica en la Vanguardia que la España en guerra civil era muy violenta por ser muy joven. Ahora, como somos más viejos, somos menos guerreros. La vejez tiene su cara positiva.
Entre positivo y paradójico es que el viejo cascarrabias Felipe González reciba dentro de unos días en el auditorio ovetense un premio nacional de hostelería que le reconoce la patronal del sector por la proyección internacional del país durante su mandato. ¡Quién tuviera tiempo y medios para consultar las hemerotecas de aquellos días presidenciales para comprobar qué decían de Felipe y de sus gobiernos!
Gran fiesta se monta todos los años por estas fechas en la Fresneda y en otros puntos con motivo del Halloween, y la prensa regional informa profusamente del evento. Puede no gustarte el Halloween ese y a lo mejor al comerciante tampoco, pero llenará los escaparates de sus tiendas de calabazas, vampiros y disfraces. Y los colegios y guarderías invitarán a disfrazarse a los infantes, ¿quién alegará objeción de conciencia? Incluso la abuela reirá las gracias a su nieto disfrazado de murciélago o vampiro. Así cambian las modas y así se escribe la historia.
Llegamos al fango. Como introducción a la DANA política sirve un artículo de opinión suscrito por el jurista conservador Javier Junceda que titula ‘Estorbos’ y habla de lo que con ese mismo término se refería Jovellanos cuando indicaba que para el progreso del país (y se refería así a Asturias) no se necesitaban nuevas leyes sino eliminar las que estorbaban. ¿Estorban algunas leyes a la hora de abordar emergencias como la de los aguaceros? Para algunos medios, sí.
Lo dicho al principio, uno no tenía intención de volver al fango nacional y al barro valenciano, pero tuvo la mala decisión de leer el editorial de El País en el que ponen a caldo a Feijóo, como en tantas ocasiones. Esta vez a uno le parece que merecidamente por el aprovechamiento partidista de la tragedia haciendo descargar las culpas exclusivamente sobre organismos dependientes del gobierno central y obviando las de la comunidad valenciana, cuyo presidente es de su partido. La lectura del editorial le animó a uno a una ojeada a los editoriales de los otros periódicos nacionales por ver si alguno se atrevía a criticar, aunque fuera con suavidad exquisita, al líder de la oposición. Solamente al grupo Correo le parece exagerada la diatriba de Feijóo. Digan lo que digan los diferentes editoriales, a uno le resultó patético el papelón de Feijóo criticando al gobierno delante de Mazón, presidente de la comunidad valenciana, que había agradecido la cercanía de Sánchez. Mazón, si no fuera político, estaría perplejo.
Por su parte El Mundo opina que la magnitud de la tragedia debería haber llevado al gobierno a decidir el estado de alarma y a asumir las competencias en materia de protección civil. Por cierto, Feijóo no lo sugirió, que uno sepa. El Mundo aprovecha para insertar una noticia destacando lo bien que lo hicieron en Madrid Ayuso y el alcalde Almeida hace un año con motivo de otra emergencia climática, aunque mucho menor. El ABC es el más beligerante contra el gobierno central y sigue una línea de El Mundo de echar en falta la declaración del estado de alarma porque del gobierno central dependen la Policía, la Guardia Civil y la Unidad Militar de Emergencias, y de su titularidad son las grandes infraestructuras afectadas. No desecha uno los argumentos de esta prensa conservadora. La Razón no dedica editorial al caso.
La Vanguardia, además de un editorial equidistante, como el artículo de su director, pone el acento en la necesidad de unidad política y de dejar para más adelante la discusión de las responsabilidades. Enric Juliá sigue la misma línea, pero apunta la torpeza política del PSOE y de Feijóo, además de realizar otras consideraciones de interés.
De lo leído hasta ahora uno cree que la Comunidad Valenciana se retrasó en el envío de los SMS de advertencia. Un aviso en cuanto se produjeron los primeros desbordamientos no habría evitado la destrucción de coches, edificios e infraestructuras, pero sí la destrucción de bastantes vidas, de aquellos que bajaron a última hora a las plazas de garaje cuando la riada estaba a punto de inundarlos. Expansión se apunta a esa idea, y la prensa salmón no suele ser sanchista.
(Ahora descansar uno unos días, probablemente dedicado a pelar castañas)

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LECTURA DE LA PRENSA. PESIMISMO JURÍDICO Y OTRAS NOTAS DISCORDANTES
Las primeras noticias de la tragedia valenciana las siguió uno por la televisión y, en esas primeras horas, no leyó ningún periódico, entre otras cosas porque no se habían publicado. Uno desconocía los entresijos y detalles que se fueron sabiendo a no tardar. Sin embargo, uno, en ese primer momento, no recibió la impresión de que hubiera discrepancias o enfrentamientos entre el gobierno central y el valenciano. De hecho presenció alguna declaración conjunta en la que se notaba prudencia y colaboración. ¿Sería esa la impresión general del ciudadano si no hubiera intérpretes especializados en destacar las diferencias?
La paz no duró nada y no ve uno posibilidad de acuerdo en la desgracia de la comunidad valenciana, como no lo hubo en la pandemia ni en el lejano Prestige. Si uno mira una prensa determinada, se pone el acento en la desidia (como mínimo) del presidente de la comunidad autónoma, del PP, concretamente en el retraso en dar la orden de emitir los SMS de alerta a la población, lo que se hizo cuando ya habían muerto ahogados o por los golpes recibidos la mayor parte de los que resultaron fallecidos. Si uno mira la otra prensa, se hace hincapié en otros aspectos: por ejemplo, en las notificaciones de la Confederación Hidrográfica del Júcar, que, en un momento de la tarde, comunicaron un descenso del nivel de agua (lo que debió ser cierto).
Una prensa pregunta a los juristas que apoyan sus tesis, la otra a los contrarios. ¿A quien preguntamos quienes simplemente queremos saber la verdad? Para El País está más que claro que la norma aplicable es la de la de la comunidad valenciana, es decir, esta https://www.boe.es/.../2010/BOE-A-2010-19046-consolidado.pdf
Por el contrario, para el resto sería aplicable la Ley 17/2015, de 9 de julio, del Sistema Nacional de Protección Civil. Estaría bien leer los artículos 28 y 29. Esta:
Para oscurecer más el asunto, el artículo 29 ha de entenderse de acuerdo con una sentencia interpretativa del Tribunal Constitucional que se refiere precisamente a la no exquisita claridad de ese artículo. Para los interesados, aquí la breve sentencia del Constitucional. Una sentencia dictada a raíz de la impugnación de la Generalitat de Cataluña, que entendía que la norma nacional vulneraba las competencias autonómicas https://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-2017-6854
Un grupo de catedráticos consultados por ABC se inclinan por la tesis de que es el gobierno central quien debería haber asumido las competencias aprobando un estado de alarma (de libro, previsto para inundaciones) y aplicando la normativa nacional de protección civil.
Sería atrevida que un aficionado se decantase por una u otra alternativa. La razón jurídica se sabrá dentro de años. La razón política, en las siguientes elecciones, si no dimite alguien antes.
Por cierto, que se dice estos días que el gobierno no se atrevió a decretar el estado de alarma porque este había sido declarado inconstitucional. Cierto, pero por defecto, no por exceso, es decir, porque el Constitucional entendió en su día que el estado de alarma no era suficiente para limitar determinados derechos, ya que para eso se necesitaba decretar el estado de excepción. Ahora resulta, paradojas de la política y del derecho, que una nueva sentencia rectifica la doctrina anterior y entiende que el estado de alarma era suficiente. Lo curioso es que una sentencia no anula a la otra. La primera versó sobre una norma nacional, mientras que la segunda se inició de resultas de una norma de la comunidad gallega, aunque se entiende que se extienden sus efectos para todo el estado. Una última curiosidad es que esta última sentencia nace de resultas de una demanda de Vox, por la tirria que le tiene a cualquier norma autonómica.
Ya durante la pandemia se vivieron constantes rifirrafes entre el gobierno central y las comunidades autónomas que no eran de su color, no así cuando coincidían gobiernos del mismo partido. Esto mismo se vuelve a reproducir ahora y, por lo que se ve, estamos condenados a que en el futuro ocurra siempre lo mismo. Se oye echar culpas a la mala costura del estado autonómico y tiende uno a pensar que es cierto, pero en Alemania y en otros estados, rige el sistema federal y también existe distribución de competencias entre el gobierno central y los gobiernos periféricos. Es posible que también se arme ruido por esos lares, pero no llega a la península, como posiblemente no llegará este ruido nuestro más allá de nuestras fronteras, donde se hablará de la debacle en España sin detallar nuestras trifulcas.
Un apunte a la actuación del jefe del Estado. Visto lo que ocurrió, es fácil decir que no debió de haber acudido nunca, pero para predecir el pasado ya están los economistas. Al jefe del Estado le salió bien la apuesta y puede conseguir una prórroga monárquica mientras viva, si no arma alguna.
En cuanto a las comprensibles declaraciones de queja, con las que los reporteros se solidarizan poniendo el micro a quienes no recibieron ninguna ayuda todavía, decir que siempre llegarán antes un micrófono y una cámara a un lugar con escombros que una batería de palas y camiones. Un poco de visión de conjunto no estaría de más. Desde la experiencia ferroviaria de haber vivido unas cuantas incidencias (no comparables, por supuesto), el profesional (de los descarrilos, de las emergencias y de la comunicación) debe saber distinguir si se ha de acudir a la zona más necesitada o a la zona donde más se grita. Esa misma cautela le anima uno a no criticar el mucho o poco despliegue que se está realizando.
Se están volcando muchas personas e instituciones en el acopio de alimentos y artículos de primera necesidad. Encomiable, pero el Estado llegará pese a quienes ponen el grito en el cielo, y llegará cuando se agote la solidaridad individual. En relación con las ayudas ‘fotografiadas’, recordar el Evangelio de San Mateo, capítulo 6, 2-4: “Cuando des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha, para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.”
En cuanto a los bulos, a los que aludió el rey, La Vanguardia titula “Fin al bulo del aparcamiento del Bonaire”. Se refiere a que, pese a lo que se apuntó profusamente, no apareció ningún cadáver en ese macroaparcamiento. ¿Bulo es lo que resultó ser falso? Si es así, es un bulo, pero uno cree que un bulo es otra cosa.



2024/11/07

LECTURA DE LA PRENSA. DEL 25 AL 31 DE OCTUBRE.

 LECTURA DE LA PRENSA. NO HAY MÁS PREGUNTAS, SEÑORÍA.



LECTURA DE LA PRENSA. LA CAÍDA DE ERREJÓN.
Una decepción más. Decepcionante también la carta infumable en la que anuncia su dimisión.


LECTURA DE LA PRENSA. LA TPA.
Alguien diría que la TPA no es ningún periódico. Cierto. Para no romper con la muletilla auto impuesta, puede uno decir que en la parrilla de la prensa asturiana se anuncia el programa de El Tiempo. Pues bien, hoy estuvo uno atento porque hace unos días alguien le dijo (en un bar de Lena) que no podía ver (a) la TPA por la tirria que le tienen a Lena. "¿No te fijaste que en el programa de El Tiempo nunca sale Lena?". Efectivamente, uno estuvo atento y la TPA, en este punto, prefiere una visión artística del mapa de Asturias aunque cercene la montaña vaciada. Hace poco otro amigo le mostró a uno su enfado con la TPA por el trato informativo dispensado al Real Oviedo. Como emiten desde Gijón...La TPA, motivo de controversias.
Dejando de lado esas anécdotas, a uno le gusta la TPA en general, aunque discrepa del oficialismo lingüístico artificioso y empalagoso de un montón de programas.

LECTURA DE LA PRENSA. INUNDACIONES Y NÚMEROS
Hoy comentaba uno en casa qué hacer si se anuncian lluvias torrenciales del máximo nivel administrativo para dentro de seis horas. Como uno vive en un cuarto piso, nada, precisamente quedarse en casa. ¿Y qué hacemos con el coche, que está en la plaza de garaje? A lo mejor intentar dejarlo en una carretera de la montaña si no pensaron lo mismo otros miles de conciudadanos. ¿Y bajaría uno al trastero para subir para casa lo más merecedor de ser salvado ante la seguridad de las inundaciones? Es un planteamiento de mínimos.
Uno está conmovido por la magnitud del desastre. Habrá quien alegue que el hombre tiene algo de culpa por su contribución al calentamiento global. Sin despreciar esa posibilidad, uno es escéptico en relación con la intervención humana en este momento, aunque no descarta que pueda ser un factor mínimo que coadyuve en el desencadenamiento de estos fenómenos que antes se consideraban exclusivamente naturales.
Una magnitud de este tipo no es achacable a ningún gobierno ni nacional ni autonómico ni local y desprecia olímpicamente a quienes puedan alegar lo contrario, porque en todos esos planos se sucedieron gobiernos de distinto color, y todos pudieron hacer algo desde el punto de vista del planeamiento. No le interesa a uno esa batalla política de baja estofa.
Las calamidades se suceden cíclicamente, unas veces en una zona, otras veces en otra, algunas veces se repiten en las mismas. Cuestión de números, como uno anticipa en el epígrafe.
Hay regiones con más posibilidades de sufrir seísmos, y las normas de edificación prevén unas restricciones mayores, en España y en el extranjero, sobremanera en Japón. Sin duda, es posible tener en cuenta los antecedentes calamitosos a la hora de llevar a cabo el planeamiento urbanístico de las zonas inundables, pero llevarlo a cabo tiene un coste político y un coste económico, y no sabe uno cuál es más determinante. Al campo se le pueden poner puertas, pero hay que ser conscientes de que salen muy caras, y a ver quién las paga. Hay zonas, como la vega valenciana, que relacionan su riqueza histórica con la proximidad del agua, siempre que esta se mantenga dentro de sus cauces, o que los rebase solamente un poco. El agua, cuando es torrencial es también su destrucción. Es cuestión de números y de rentabilidad global, con lo difícil que resulta computar la rentabilidad positiva durante años o siglos, a la que hay que restar los desastres cíclicos. ¿Interesa realizar ese cómputo? Cuestión de números, y no está uno pensando en las vidas, que, desde el punto de vista económico, valen menos que los muebles y los inmuebles.
Uno cree que hay que considerar los antecedentes y pensar que donde se produjo en un siglo más de una inundación, es probable que se repita. Y adaptar, en consecuencia, el planeamiento urbanístico a esa posibilidad, cueste lo que cueste (política y económicamente).
La última palabra y el último número uno cree que lo tienen las compañías de seguros. Ellas conocen el índice de riesgo de ubicarse en una zona determinada. Es un dato que deberían considerar gobiernos y particulares. Los gobiernos incentivando el establecimiento en zonas históricamente seguras o desincentivando lo contrario. ¿Y los particulares? A los particulares, como los gobiernos no les quieren incomodar, ya les dirán lo que proceda las compañías de seguros cuando vayan a formalizar alguna póliza. No habla uno de un plan para hoy, ni para mañana, que hay que centrarse en el duelo y en la recuperación. Es un plan para pasado mañana.