No seguiste la tradición de comer el bollu en el Campo San Francisco el pasado Martes de Campo pero diste un vuelta por allí para ver el ambiente y charlar con algunos conocidos. Como el tiempo era óptimo (ni llovía ni el sol llegaba a molestar) el cuadrilátero de hierba y cemento estaba concurrido pero sin apreturas. Como siempre, la gente veterana ocupando las mesas, los más jóvenes tumbados en el verde, y los de mediana edad y otro grupo variopinto ocupando los bordillos.
Cerca de uno de los vértices del Campo se sientan un grupo de gitanos a participar en la tradición del bollu. No están en el cogollo ni en medio del follón pero están: atisbas un conato de integración.
2017/06/08
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