Es una suerte hoy y fue un triunfo ayer vivir en un país tolerante, que en otro tiempo no lo fue, en el que los sentimientos religiosos son generalmente respetados y en el que la confesión religiosa mayoritaria respeta el status que la Constitución le otorga, sin perjuicio de que los discrepantes de uno y otro signo, de uno y otro lado, intenten una mayor o una menor presencia social, financiación incluida.
Salvo fundamentalistas, que no conoces, ningún creyente o practicante de la religión católica, ningún devoto, ningún simpatizante, si se pudiera emplear el término en materia religiosa, habrá visto burla, menosprecio o actitud irrespetuosa en una divertida viñeta de la prensa regional que apela a la Santina de Covadonga para que acuda en auxilio del Sporting de Gijón, que lleva unos partidos negado, a la par que algunos de sus competidores espabilaron y están escapando de la quema, el
descenso a Segunda División.
No tienes nada claro que los creyentes de otras religiones sean tan tolerantes como lo son los de la Santina.
2016/03/11
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1 comentario:
¿es pecado alegrarse de las desgracias de los enemigos, aunque sea deportivamente hablando? Alguno se alegrará de que baje el Sporting porque no puede disfrutar de la alegría de que suba el Oviedo
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