2015/06/12

BODA DETERMINANTE

No será una boda real (regia), pero será una boda de consecuencias políticas. ¿Quién se lo iba a decir a los contrayentes? Si este sábado los encajes de bolillos familiares lo propician, antes de pasar por el Fontán a la rutinaria botella de sidra + pincho de picadillo + lectura de periódico, pasarás por la plaza del Ayuntamiento para escrutar la fisonomía de quienes al elegir el Consistorio para su matrimonio, pueden definir el mapa político astur.

Si esa boda de anónimos no estuviera en la agenda, a las doce de la mañana se celebraría la constitución del nuevo pleno municipal en el Ayuntamiento de Oviedo con la consiguiente elección de alcalde. A la misma hora estaba prevista análogo pleno pero en Gijón para acordar lo propio, y así se hará en la villa costera. No así en Oviedo, que se retrasa por la consabida boda, con lo que antes de la elección ovetense se habrán definido las alianzas de Gijón. Conocido el alcalde o alcaldesa de Gijón tras los apoyos y rechazos pertinentes o impertinentes, puede tenerse en cuenta para la elección capitalina.

De resultas de lo anterior, dependerá también el apoyo que reciba o no el socialista Javier Fernández para revalidar su mandato por cuatro años.


Esperas que el matrimonio del sábado dure más que los acuerdos autonómico-municipales, que estimas en dos años y medio. 

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay convivencias que no están formalizadas con un contrato matrimonial y duran más que muchos matrimonios santificados. Hay gente que sabe elegir y sabe adaptarse, hay gente que sabe asumir compromisos y está a las duras y a las maduras. Hay gente que no es capaz de sacar a delante a sus propios hijos y quiere sacar una nación adelante. Seguro que si se presentase a un cargo público, la princesa del pueblo, Belén Esteban, ganaba por amplia mayoría. Somos así Y así nos va. Padecemos una estulticia hipócrita.

Anónimo dijo...

Hemos tenido a Villa durante mucho años mangoneando Asturias en la sombra, dando cargos, repartiendo los dineros del sindicato para donde más le convenía y todo eso ha estado consentido.
Ahora que parece que la cosa va a cambiar, parece que jode que sean otros los que hagan salir de esa situación de corrupción. Ahora tú no quieres creer que los que formen el nuevo gobierno puedan ser más honrados que los que han saltado a los medios por casos de aprovechamiento personal de su cargo público.
E independientemente de lo bien que lo hagan los otros, si no gana tu equipo, nunca reconocerás los méritos o superioridad del adversario, te quejarás de que os han robado el partido, despotricarás las pitadas del árbitro, las decisiones del entrenador, despotricarás del jugador tal, que no rinde. Pero no criticas con la misma vehemencia las decisiones y acciones de tu partido político cuando está llevando a un país a la debacle, a la bancarrota, a la ruina. Y tú, con el culo seguro en tu sillón de empleado público, ves pasar la vida leyendo el periódico, tomando sidra con pincho de picadillo, en el ágora, en una silla de tijera -o no-.
Hay que dar una oportunidad para saber si "los otros" lo pueden hacer mejor. No se les puede echar a los contrayentes el cenizo de que no van a durar dos años. Tú, con tu matrimonio, llevas desde siempre y mira que eres.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Luis Simóm: este último anónimo lo ha dejado claro.

Copio y guardo su comentario para el futuro.

Lo que posiblemente no le han explicado es que las oportunidades, a ciertos niveles, tienen más riesgo del que aparentan.

Pero bueno, el tiempo siempre acaba dando la razón a quien la tiene. Y los milagros ......son otra historia.

Saludos.

Anónimo dijo...

El famoso poema de Ramón de Campoamor que dice: «En este mundo traidor / nada es verdad ni mentira / todo es según el color / del cristal con que se mira», el cual supone una pesimista pero bella manera de expresar y admitir, que nada vale, que ningún valor es inmutable, y que inevitablemente impera el subjetivismo, la arbitrariedad, y el relativismo, en todas las facetas de nuestro mundo.