Lees en La Nueva España y en La Voz de Asturias, por no referirte a lo que sabes por dentro, que en el apeadero de La Calzada un tren arrolló a una persona, que resultó ser sordomuda. Lo primero que te preguntas, tú y cualquiera, es qué hace un sordomudo en la vía. No encuentras respuesta y sigues.
En El Comercio lees que el herido se encontraba en el andén. No tenías noticias de que el tren hubiera descarrilado para acabar invadiendo el andén y atropellando allí al pobre hombre pero noticias más raras lees casi a diario en el periódico.
Conoces el lugar pero aunque no lo conocieras, por las fotos de algunos periódicos, los lectores pueden hacerse una idea del lugar. Por si acaso andas escaso de ideas, un fiel lec

Ahora vas con lo que anticipaste hace unas líneas. Tan pasmado quedaste de la llamada recibida el viernes por la mañana en tu teléfono que no cogiste el nombre de la interlocutora, pero te pareció que hablaba en nombre de IBERMUTUA y te preguntaba por el accidente sufrido por su sordomudo asegurado. Querían saber con quién tenía contratada la póliza tu empresa. Le dijiste que únicamente sabías del caso por la prensa, lo que no era cierto, porque no era uno de tus trenes de Cercanías el gran imprudente sino una máquina sola o aislada, que se dice en el argot ferroviario.
No quieres investigar quién le dio tu teléfono ni por qué, aunque lo supones (¡si lo pillas…!) pero diste largas con la misma amabilidad. Total que le dijiste que si estábamos diferenciados, que si la liberalización ferroviaria, que si podía haber sido una máquina de Florentino Acciona, en fin….cuando lo que tenías que haber dicho, si no te debieras a las respuestas de cortesía, sería: ¡Vaya morro que tenéis!
¿Por qué ocurren estas cosas? En muchas ocasiones porque a veces las empresas ferroviarias no encuentran testigos que vayan a su favor.
1 comentario:
Hay que decirles a los maquinistas que no anden por los prados...
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