Como entretenimiento y ejercicio playero vacacional propusiste a tu mujer y a tu hija que leyeran los cuentos del concurso en el que estuviste de jurado, pero no todos, que se trataba de holgar y no de penitencia de temporada, solamente los que obtuvieron más votos y los que te gustaron a ti, que no eran los mismos. No les anticipaste el resultado final y procuraste frialdad ocultando las propias inclinaciones.
No son devotas de la literatura ni de los cuentos pero algo sobrevuela en casa sobre gustos cuando la coincidencia fue casi total.
Entre un texto bien escrito y uno mal escrito hay una notable diferencia, sea sobre derecho o sobre imaginería literaria,
ResponderEliminarLa genética...
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