Como no sabías si hablar de la justicia o de la coherencia, las metes en un saco y fabricas un revoltijo.
Se admite la distinción entre justicia civil y justicia penal, justicia civil y justicia militar, justicia civil y justicia canónica, justicia civil y justicia contencioso-administrativa, arrendamientos rústicos y arrendamientos urbanos. Lo de justicia urbana y justicia rural se te estaba ocurriendo según salías de la reunión anual de la comunidad de propietarios.
Te refieres a la reunión de la comunidad en la que vives en este momento, porque también asistes a la de la vivienda anterior, ahora deshabitada y sin visos de ocupación.
Reunión rutinaria, nada que se salga de lo previsto: los que viven, típicamente interesados en gastos de conservación, incluso en inversiones; los que no viven, tirando hacia atrás y postergando el asunto para ejercicios posteriores. El que sufre humedades en la fachada votando a mano alzada la preferencia de ese asunto, pero absteniéndose si la humedad la padece una lejana plaza de garaje; el que no vive quejándose de los elevados mínimos del agua o del gas, el que vive justificando que haya que pagar la disponibilidad.
Así ocurre en todas las comunidades, dando ocasión a papeles cambiados. Cuando se acude a la junta domiciliaria, podría ocurrir que defendiera con ardor el mármol en la escalera, pero tacharía de despilfarro ese mismo gasto en el piso vacío.
A simple vista se le podría tachar de incoherencia, pero no hay tal porque coherencia es lo que está adherido, pegado a uno mismo o entre sí. ¿y qué une más que el interés, incluso el egoísmo? Eso sí que cohesiona, coherencia pura.
Pensabas en estas bagatelas mientras caminabas con algún comunero a tomar algo antes de la retirada, compartiendo barra con quien se había abstenido en alguna de tus propuestas, y a la recíproca. Es en este instante cuando y dónde meditas sobre la justicia urbana y la justicia rural. En el mundo rural, entrañable (de entraña) y visceral, sería impensable compartir mesa, mantel y tenedor. Como tridente parecido, se esgrimiría la pala de dientes.
abstenerse en una votación en el mundo rural, es una salida del armario como poco,para el vecino que propone.En el mundo rural generalmente,ose está conmigo o contra mí.
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