Publica la prensa que una de las azafatas muertas en el accidente de Barajas era nieta de Pedro el del Recorrido.
Aclaras que tu padre también trabajó durante muchos años “en el Recorrido”, es decir, que era de aquellos hombres que con un mono azul, que después se llamó funda para evitar chistes fáciles, y armado con un martillo de bola, iba dando porrazos a las ruedas de los trenes dando lugar a esos inolvidables conciertos en las paradas del exprés por esas estaciones de Castilla camino de Madrid. Aquellos martillazos, según se alejaban de nosotros, recordaban bastante el toque a muerto.
Si viviera tu padre hoy habrías mantenido una conversación parecida a ésta (con cariño).
- Oye, papá, ¿ya leíste el periódico de hoy?
- Cógelo, hijo, cógelo.
- No, no, te pregunto que si lo leíste.
- ¿Qué traía?
- Te digo que si lo leíste.
- Bueno, sí…
- ¿Leíste lo del accidente del avión?
- ¡Vaya cosa, eh, hijo!
- ¿Pero leíste lo de la nieta de Pedro el del Recorrido?
- Sí, esto que pone aquí…
- ¿Pero tú te acuerdes de este Pedro el del Recorrido, que pone aquí el periódico que vivía en Ablaña y que era del Recorrido?
- Sí, parece que me suena.
- No, hombre, esta foto no es de Pedro, sino del hijo de Pedro, que es el padre de la azafata muerta.
- Pues parece que me quiero acordar.
- Tú tienes ahora setenta y nueve años, la muerta tenía treinta y nueve, el padre, tendría ahora , por ejemplo, sesenta y cinco y el abuelo, que era este Pedro el del Recorrido, ponle que tendría noventa, o algo más, o sea que tendría, unos quince más que tú, seguramente habréis coincidido en Ujo o por ahí.
- Sí, en Ujo o en Sovilla, armando alguna galúa.
- Bueno, pero ¿te acuerdas de algún Pedro del Recorrido?
- Sí, parece que quiero acordarme, pero ya murió, ¿no?.
- Sí, eso pone aquí, que murió hace varios años, y que era alto y fuerte. ¿Te acuerdas?
- Sí, parece que quiero acordarme.
- Y que este hijo, también Pedro, estuvo en el Seminario.
- Como tú, carajillo, cuando decía Antón: Chus, tenemos curón.
- ¡Qué jodío! ¡Cómo te saliste!
Te quedaste con las ganas de saber si lo conocía o no. Tú padre, cuando le preguntabas por alguien, siempre decía que le sonaba aunque no le sonara de nada.
y tú, por el mismo camino... "Parece que me suena". Uno de los mejores artículos!!!
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